El Banco Mundial recortó las estimaciones de crecimiento para la Argentina en 2025, que pasaron del 5,5% proyectado en junio al 4,6%, en un contexto de caída de la demanda mundial de materias primas e incertidumbre por las tarifas comerciales de Estados Unidos.
El dato surge del último Informe Económico de América Latina y el Caribe, publicado este martes, que también estimó que el PBI argentino crecerá 4% en 2026. Los números son más moderados que los del último análisis, pero siguen siendo optimistas.
El documento destacó que Argentina "está experimentando una notable recuperación económica" después de "dos años consecutivos de contracción", pero aclaró que "el rango de pronósticos de crecimiento para 2025 entre los analistas se ha reducido, indicando una menor incertidumbre en comparación con años anteriores y la fase inicial de la administración argentina actual".
Este repunte se atribuye a "la recuperación de las exportaciones agrícolas tras la grave sequía de 2023". "También se observan los primeros signos de mejora en el consumo y la inversión, ambos del sector privado, apoyados por la implementación inicial del plan de estabilización gubernamental, que ha coincidido con una menor inflación y un superávit fiscal", señaló el Banco Mundial.
En este sentido, destacó que Argentina es "un caso distinto" en el contexto de América Latina, que crecerá 2,3% este año y 2,5% en 2026, "el ritmo más lento" a nivel global. La región está "condicionada por una inflación persistente, el aumento de la deuda, la debilidad de la inversión y la incertidumbre mundial".
El informe remarcó que Argentina "recientemente ha logrado avances significativos hacia la consolidación fiscal, consiguiendo superávits fiscales" en una región donde los déficits se mantienen persistentemente altos. Se espera que sea el segundo país de la región que más crezca este año, por detrás de Guyana (11,8%).
"La desaceleración en la caída de las tasas de interés en las economías avanzadas ha condicionado la reducción de las tasas de interés en la región, postergando el alivio financiero necesario para los hogares, los bancos y las cuentas fiscales de los gobiernos", señaló el documento.
"Los gobiernos de la región han guiado sus economías a través de repetidas crisis, preservando al mismo tiempo la estabilidad. Ahora es el momento de seguir construyendo sobre esa base, acelerando las reformas para mejorar el clima de negocios, invertir en la infraestructura apropiada y movilizar el capital privado", afirmó la vicepresidenta para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Susana Cordeiro Guerra.