El 26 de junio de 2011, el fútbol argentino sufrió uno de los impactos más importantes de su historia: el descenso de River. Aquel día, en el estadio Monumental, el club de Núñez igualó 1-1 con Belgrano en la revancha de la Promoción y perdió la categoría. Uno de sus verdugos, César Pereyra, reconoció que le hubiese encantado jugar en Boca.
"Sin duda que para mí es el partido más importante de mi carrera. Más allá del ascenso que tuvimos con Belgrano, tuvo otro sabor porque fue contra River. Gracias a eso también estamos prácticamente en la memoria de todos", aseguró el Picante sobre el impacto que generó el duelo ante River para definir la serie, que había empezado con la victoria del Pirata por 2-0 en Córdoba, con un tanto suyo y otro de César Mansanelli, de penal.
Pereyra nació en la localidad santafesina de Villa Ocampo hace 41 años. Desde chiquito se formó en un hogar marcado por la pasión por la camiseta azul y amarilla. "Prácticamente mi familia eran más los que hinchaban para Boca que para River. Y después cuando ya tuve un poquito de noción, obviamente me di cuenta que elegí bien y bueno ya lo empecé a ver de otra manera", contó en diálogo con Puro Boca.
Durante la entrevista, dejó un sueño que tuvo desde su niñez. "Me hubiese encantado jugar en Boca, en la Bombonera con esa camiseta puesta. Creo que después de la Selección es lo máximo para todo chico de un pueblo que es hincha y que sueña con jugar al fútbol en primera división, sueña con vestir esa camiseta. Y yo no soy la excepción", reveló el delantero que jugó en Unión, Independiente, Belgrano y Sporting Cristal de Perú, entre otros.
El festejo de Belgrano tras derrotar a River y volver a Primera