Se fue de su casa a los 16 años porque su familia no aceptaba su orientación sexual, luchó y fue campeona olímpica: la historia de Cecilia Carranza

En el día de la Marcha del Orgullo en Argentina, la medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 contó que recién pudo hablar públicamente de su sexualidad dos años después de haber alcanzado el máximo logro deportivo de su vida.

Cecilia Carranza quedó en la historia del deporte nacional por haber logrado una de las pocas medallas de oro en Juegos Olímpicos entre las mujeres y en vela, precisamente la conquistó en los de Río 2016 junto a Santiago Lange en la clase Nacra 17 de vela. En paralelo, la deportista debió convivir desde muy chica con el rechazo de su propia familia por su orientación sexual.

Nacida en Rosario en 1986, el agua del Club Náutico de su ciudad la acogió desde edades muy tempranas, pero a la par que crecía en su carrera como regatista, en paralelo sentía malestar. Se dio cuenta de que no respondía al mandato universal de que le gustaran los hombres y que eso no iba con su familia, por lo que tomó la decisión de abandonar su hogar a los 16 años teniendo que lidiar con el hecho de que sus padres no aceptaban su orientación sexual. En el mismo año comenzó a ganar títulos en la categoría junior.

"Irme de mi casa en ese momento fue muy duro. Hoy miro para atrás con el diario del lunes y creo que fue la primera demostración en mi vida de poder decir 'voy por lo que quiero", contó la exregatista en diálogo con C5N. Igualmente aclaró: "Yo no diría que tuve que irme de mi casa, sino que lo elegí porque no me sentía acompañada y porque había reglas de juego diferentes a las que yo quería jugar. Esa elección me llevó a mi libertad, y si bien fue complicado, hoy con mi familia tengo una relación muy linda porque recorrimos un camino de aprendizaje mutuo. El momento de turbulencia ya pasó".

Mirando en retrospectiva, Cecilia atravesó distintos momentos que, si bien formaron parte de su historia, en su imaginario podrían haberse gestado de alguna u otra manera. Reconoció que, de joven, "no quería mostrar quién era porque me daba vergüenza ser quién era".

No obstante, ella asegura no arrepentirse de nada porque entiende que hizo todo lo que estuvo a su alcance, con las herramientas y conocimientos que tenía durante ese proceso.

No se arrepintió de nada, excepto por una cosa: "Quizá sí algo que me gustaría cambiar tiene que ver con haber tenido coraje para mostrar quién era yo antes. Eso me abrió las puertas para ayudar a otras peronas que estaban pasando esa misma situación, con más o menos sufrimiento que yo".

Y a pesar de ese rechazo que sintió por parte de su familia, Cecilia se apoyó en lo deportivo, donde se mantuvo enfocada al 100% para crecer dentro del deporte. Aun muy a pesar de practicar una disciplina emplazada dentro de un ambiente elitista y por demás conservador.

La gloria máxima en la carrera deportiva de Cecilia Carranza llegó en los Juegos Olímpicos de Río 2016, cuando se consagró campeona olímpica junto a Santiago Lange en la clase Nacra 17. Y a pesar de que, en términos deportivos, ella había logrado todo lo que un deportista podía lograr a lo largo de su carrera, había algo que todavía le hacía ruido porque no lo tenía resuelto.

Carranza - Lange Rio 2016
El día en el que Santiago Lange y Cecilia Carranza se consagraron campeones olímpicos en vela.

El día en el que Santiago Lange y Cecilia Carranza se consagraron campeones olímpicos en vela.

"Pude disfrutar de lo que fueron los Juegos Olímpicos de Río, porque como profesional, en una competencia estás concentrada 100% en eso. Aunque, puertas adentro... cuando las luces se apagan y estás en silencio, te pasan otras cosas. O a mí al menos me pasó. Me empezaron las preguntas de: '¿solo valgo por lo que logré o también por quién soy?'", se sinceró.

Ese torbellino de emociones funcionó como disparador para comenzar un derrotero de acciones y decisiones que derivaron en la aceptación de ella misma. No solo para sus adentros, sino también para tener el coraje de poder decirlo al mundo.

Pese a haber tenido su primera pareja en 2004, Carranza recién pudo contar abiertamente que era homosexual en 2018, a sus 32 años. "Lo que me impulsó a hacerlo fue lo difícil que era para mí... me pidieron un video para una fundación como para darles la bienvenida y ayudarlos a hacerse visibles. Yo pensaba... 'no me siento cómoda con que me identifiquen con una fundación del colectivo LGBT', comentó.

En tal sentido, agregó: "Ahí dije 'si me siento incómoda con esto, estoy segura de que hay gente que le cuesta más que a mí y tengo que hacer algo con esto'. Me sentí con una responsabilidad, al igual como la que tenía como deportista, de hacer las cosas bien. Tengo cierta voz y esa voz la puedo usar para ayudar a otros".

Todo estaba ahí, sacudiéndose, pidiendo salir: evidentemente, para la regatista comenzaba un camino que ya no tendría retorno. Así lo sintió: "Me pasó cuando fui abanderada en Tokio que hubo un click en mí, en cuanto a sentirme merecedora y valiosa. Dije 'che, no cualquier persona es abanderada de delegación. Necesitás ser una buena representante, con valores'... ahí me emocioné porque fue la primera vez que dije, 'soy merecedora de esto. Soy digna de estar al frente de una delegación'".

En ese momento, en paralelo, también iniciaría una de las tareas más duras como ser humano: intentar la sanación del vínculo con su familia. "Las relaciones se tienen que trabajar constantemente para sanar cosas que fueron del pasado. Fueron años y años, de hablar, de sentirme cerca y lejos", señaló.

Carranza, sobre ello, destacó que hubo un punto de inflexión para con sus seres queridos, que fue cuando encabezó un ciclo de entrevistas relacionadas al deporte y la diversidad en TNT Sports. "Creo que mi familia vio esas entrevistas y generó que pudiéramos tener conversaciones muy profundas, para que poco a poco, pudiéramos sanar todo lo que había pasado todos esos años", resaltó. Todo esto fue hace apenas tres años, en 2022.

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La crítica de Cecilia Carranza al deporte argentino y mundial

Pese a que el avance del feminismo de los últimos años permitió abrir el debate para charlar sobre las identidades de género y la orientación sexual, según la regatista, el deporte todavía se encuentra algunos pasos atrás en materia de inclusión.

Así lo ve la campeona olímpica: "Creo que el deporte todavía no es un espacio seguro para el colectivo LGBT. Soy mujer y podría decir que soy una privilegiada porque está más aceptado ser una mujer gay en el deporte. Pero por el contrario, los hombres homosexuales en el deporte, por estos mismos estereotipos de género, todavía no se sienten cómodos".

En general a los hombres se los asocia con deportes de conjunto en los que deben deben mostrarse duros, rebeldes y fuertes. A los homosexuales, en cambio, se los vincula con deportes como la gimnasia artística o el patinaje artístico, reforzando así estereotipos de género que limitan el crecimiento y desarrollo de los varones dentro del deporte.

Casos como el de Sebastián Vega, jugador de básquet de Boca y de Facundo Imhoff, integrante del Lindaren Volley Amriswil de Suiza, son los que dan la pauta de que en los deportes masculinos y de conjunto, todavía queda mucho trabajo para hacer a fines de garantizar infancias y adolescencias libres de violencia.

"Hay que trabajarlo porque el deporte tiene que ser un espacio para cualquier persona que quiera practicarlo. No podemos discriminar a ningún niño, niña ya sea cual sea su identidad, ni dejarlo afuera de la práctica deportiva", cerró.