Era difícil imaginar que, tras no haber logrado ni un triunfo en todo 2024, el debut de Francisco Comesaña en Wimbledon fuese tan efectivo. El marplatense le ganó al preclasificado número 6 y uno de los favoritos, Andrey Rublev, en cuatro sets y se instaló en la segunda ronda.
En 2 horas y 58 minutos, Comesaña venció al ruso por 6-4, 5-7, 6-2 y 7-6. El dominio fue total: el argentino encontró respuesta en cada uno de sus devoluciones, pero también en sus tiros difíciles. Pero un dato no menor, tiene que ver con el temperamento del rival que fue clave.
No es la primera vez que Rublev se muestra fuera de las casillas revoleando la raqueta, golpeándose a sí mismo con el elemento o simplemente contra el piso. Estos comportamientos dan que hablar, pero no solo a los espectadores, sino a su mismo equipo que no pueden ayudarlo a mantener una calma.
Sin embargo, luego del caos, el tercer set podría haberse puesto esquivo, pero allí fue donde el argentino sacó a relucir su mejor tenis. No le tembló el pulso y lo cerró para luego terminar el partido en tiebreak. Cabe destacar que era su primer partido en el cuadro principal de un Grand Slam.
Además, Comesaña es el primer tenista argentino de la historia que venció a un top 10 en su primer partido de Grand Slam, según indicó Argentenista. Era su segundo partido sobre esta superficie y puede escalar en el ranking, en donde actualmente se ubica 122.
En la próxima ronda enfrentará a Adam Walton, quien derrotó a Federico Coria en la primera ronda por 6-3, 6-3 y 7-5. De esta manera, no habrá duelo de compatriotas en la próxima fase.lam