Es el máximo goleador de las inferiores de uno de los grandes del fútbol argentino y ahora trabaja en una fábrica de pastas

Aquellos hinchas fanáticos de Independiente se acordarán de Brian Nieva, un joven delantero que tuvo un paso discreto por el equipo de primera división entre 2009 y 2012. En ese período, participó en 16 partidos, 6 como titular, y logró anotar dos goles. Otra historia de un goleador en juveniles que no pudo demostrarlo en el primer equipo.

Sin embargo, su breve paso por la primera del "Rojo" no refleja la magnitud de su historia. Nieva es, en realidad, el máximo goleador de las divisiones juveniles del Rojo. Con más de 100 goles en todas las categorías y 25 tantos en la reserva, su talento era evidente. Este impresionante récord en las inferiores lo llevó a que el Tolo Gallego lo convocara al banco por primera vez en 2009, en el clásico contra Racing.

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Brian Nieva, el máximo goleador de la historia de las inferiores de Independiente donde anotó más de 100 goles.

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Aunque llegó con grandes expectativas, acompañado de su mejor amigo "Patito" Rodríguez, su camino para convertirse en la estrella de Independiente no fue nada fácil. Luego, en una entrevista años más tarde y ya fuera del club de Avellaneda, Nieva manifestó que "no era centrodelantero, era más bien un mediapunta".

Brian Nieva, máximo goleador de las inferiores de Independiente

El 12 de octubre de 2010, debutaría en primera, en la derrota 4 a 1 ante Godoy Cruz en Mendoza. Ingresó faltando 20 minutos y entraba a la cancha con el mote de ser el máximo goleador histórico de las inferiores, algo que lo perjudicó. A pesar de haber conformado el plantel campeón de la Copa Sudamericana 2010, no lograba cumplir con las expectativas que se habían generado en torno a su figura.

Con la llegada de Cristian Díaz en 2011, Nieva fue relegado a la reserva, lo que generó su salida de Independiente. Luego de pasar por varios clubes del ascenso argentino y por la primera del fútbol chileno, Nieva se retiró para dedicarse hoy en día a trabajar en la fábrica de pastas de su familia, "Don Alfonso", ubicada en San Francisco Solano.