El gesto de Diego Maradona que cambió la vida de una taekwondista de la Selección argentina
En 2016, el exfutbolista pidió específicamente conocer a la deportista bonaerense. En un encuentro sin precedentes, el 10 le prometió ayudarla económicamente para viajar a una Copa del Mundo y le dijo palabras que nunca olvidará.
El día que Diego Maradona le ofreció ayuda para pagarse una Copa del Mundo a Aylén Romachuk
Camila Alonso Suárez | C5N
Diego Maradona siempre se destacó por amar al deporte por sobre todas las cosas. Y así lo demostró en reiteradas ocasiones: donde y cuando podía, siempre estaba dispuesto a acompañar a los deportistas argentinos. A cinco años de su muerte, recordamos uno de los episodios más emotivos junto a una taekwondista.
Las Leonas, Juan Martín Del Potro y la Generación Dorada fueron solo algunos de los nombres a los que Diego acompañó a lo largo de su carrera. Pero su propósito no fue solamente bancar a aquellos deportistas exitosos, sino que también estuvo presente para los atletas que no estaban bajo todos los flashes.
Ese fue el caso de Aylén Romachuk, exintegrante de la Selección argentina de taekwondo y periodista deportiva que conoció a Maradona en 2016, en medio de una situación inesperada. "Yo contacté a Héctor 'Negro' Enrique porque quería hacerle una nota por las canchas que inauguraba en Adrogué, donde vivo", relató la joven a C5N.
"Él vio mi foto de perfil de WhatsApp, en la que tenía las medallas que gané en el Mundial de Inglaterra hacía unos años y me dijo que pasara por las canchas porque me quería conocer. Y el Diego también", dijo ella con mucha emoción.
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Las medallas de bronce que llevaron a Aylén a conocer a Diego Maradona.
Camila Alonso Suárez | C5N
El diálogo fue breve y la invitación estaba servida, solo quedaba concretarla. Aylén señaló que el encuentro se dio unos días después, un miércoles por la noche. Ella pensaba que su ídolo de toda la vida no iba a estar ahí, porque parecía todo bastante despejado.
"Yo le decía a mi marido, no debe estar... no hay autos, nada"... Pero luego los vio: "Unos metros después aparecieron dos hombres de seguridad gigantes como si fueran roperos y les dije que venía a ver a Héctor Enrique. Veo que él me visualiza y me dice 'dejala pasar'".
Y allí estaba Diego, en silla de ruedas, esperándola: "Yo no sabía qué hacer, me di vuelta y no sabía si abrazarlo, darle un beso, hablarle. Te juro estaba muy nerviosa". El encuentro fue breve, a tal punto de que ella no se llevó nada de ese momento, ni una foto, ni una firma... Solo quedó un video grabado, donde el Diego tuvo un gesto con ella que le cambió la vida.
"Me preguntó qué deporte hacía, sobre mi carrera y justo le conté que iba a competir en la Copa del Mundo de Hungría. Y me consultó si tenía plata para viajar. Le dije que no y él enseguida me respondió. 'Bueno, yo te voy a ayudar'", narró la exdeportista.
Para cerrar, el 10 le dijo palabras que nunca olvidará: "Dejalo todo, transpirá la camiseta. Si hiciste eso, los resultados ya no van a importar". Esa voz resuena en su cabeza hasta el día de hoy, y probablemente la acompañe toda la vida.
El alcance de la solidaridad del Diego y el sueño premonitorio
Romachuk reflexionó sobre cómo ese encuentro le cambió la vida casi 10 años después y cómo es que el encuentro con el Negro Enrique constituyó ese "pase mágico" para que hoy tuviera ese recuerdo.
"Hoy no está, pero lo tengo siempre presente. Tengo presente su mirada, esa mirada con la que me hizo sentir que él me entendía, sabía por lo que pasé: los logros, las caídas, los dolores... todo. Él siempre estuvo para ayudar a todos los deportistas".
En esa línea, la entrenadora de taekwondo contó que lleva la voz a sus alumnos: "Yo siempre les cuento lo que viví con Diego y les transmito ese mensaje, esa iniciativa de dejarlo todo. Porque el deporte se trata de eso".
Previo a la posibilidad de hablar con el Negro Enrique para hacer la entrevista, Aylén contó que su papá había soñado con Maradona, en el que se saludaban desde un micro. De familia Maradoniana, su padre supo en los sueños que algo iba a pasar. Días después, iba a ser su hija la que iba a conocer al ídolo de toda su vida.