El ex San Lorenzo, Boca y Racing que fue noticia por terminar preso: no todos lo saben

Lo arrestaron justo después de terminar un partido y pasó 40 días en la cárcel de Ezeiza. Tras recuperar la libertad, contó cómo vivió ese momento y confesó que participó en varias peleas con otros internos.

Muchos futbolistas y exfutbolistas tuvieron problemas con la Justicia por distintos motivos. Un caso muy destacado es el de un exjugador de San Lorenzo, Boca y Racing que fue noticia a nivel nacional por terminar preso, aunque hoy en día no todos recuerdan ese episodio.

Se trata del exarquero Pablo Migliore, quien fue detenido el 31 de marzo de 2013, justo después del partido entre el Ciclón y Newell's. Lo acusaron de presunto encubrimiento agravado a Maximiliano Mazzaro, el número dos de la barra de Boca, quien era investigado por homicidio.

Migliore pasó 40 días preso en el penal de Ezeiza, entre abril y mayo de ese año, hasta que pudo demostrar su inocencia y recuperó su libertad. "Después de escucharme, el juez hizo sacarme las esposas, me ofreció un mate y me dijo que podía irme. Hasta me recomendó que lo hiciera por una puerta que no había tantas cámaras", recordó a ESPN en 2021.

"Cuando llegué a mi casa, había un montón de gente. Lo único que hice fue agacharme, agarrar a mis dos nenes, y me fui a dar unas vueltas a la manzana con ellos. Paré diez minutos en una esquina y no podía parar de llorar, lloraba solo", contó.

Pablo Migliore

Las "peleas por la vida" de Pablo Migliore en la cárcel

Durante su tiempo en la cárcel, Migliore compartió pabellón con otros 50 internos. "Había de todo: asesinos, narcotraficantes, secuestradores. Nos levantaban a las 6 o 7 de la mañana para el recuento. Después algunos estudiaban, otros trabajaban. Yo salía a correr, hacía gimnasia, llamaba por teléfono. El tiempo no pasaba", afirmó.

También confesó que protagonizó varias peleas. "Me agarré a trompadas en la cárcel, porque vos te tenés que hacer respetar. No es por demostrar algo, sino porque no queda otra. No había ronda de presos viendo, ni nada. La pelea dura un segundo, aunque muchas veces no termina ahí, después sigue", aclaró.

Muchas veces eran enfrentamientos a golpes de puño; otras, "con lo que vos tengas". "Vos lo que ganás es defenderte: sos vos, es tu vida y la del otro. Ahí es dónde aprendés el sentido de la vida y la del otro", concluyó.