Chevrolet anunció oficialmente el inicio de la preventa de la nueva Captiva PHEV, la versión híbrida enchufable del SUV que marca el regreso del histórico modelo al mercado argentino. La marca del moño dorado presentó esta etapa dentro de su estrategia regional de electrificación, ofreciendo un cupo inicial de 250 unidades para reserva, con una seña reembolsable de USD 500. La preventa estará disponible durante octubre y noviembre, y los precios finales se comunicarán más cerca del lanzamiento comercial previsto para el verano.
La Captiva PHEV combina un motor naftero 1.5 litros turbo con un propulsor eléctrico alimentado por una batería de alrededor de 20,5 kWh, alcanzando una potencia combinada de 204 caballos y un torque máximo de 310 Nm. La transmisión es automática tipo DHT y la tracción delantera. En modo 100 % eléctrico puede recorrer unos 80 kilómetros, mientras que con ambos sistemas activos supera los 1.000 km de autonomía total, cifras que la posicionan como una de las opciones híbridas enchufables más eficientes del segmento.
En términos de diseño, la nueva Captiva se renueva por completo. Mide 4,74 metros de largo, 1,89 de ancho, 1,68 de alto y ofrece una distancia entre ejes de 2,80 metros, lo que garantiza un interior amplio y confortable para cinco pasajeros, además de un baúl de 532 litros. El exterior exhibe un estilo moderno, con ópticas LED, llantas de 18 pulgadas, barras de techo y techo panorámico, mientras que el interior suma un enfoque tecnológico y minimalista, con una pantalla central de 15,6 pulgadas, tablero digital de 8,8 pulgadas, conectividad Android Auto y Apple CarPlay, tapizados en eco-cuero, climatizador digital y múltiples asistencias a la conducción.
Como parte de la estrategia comercial, Chevrolet ofrece a quienes realicen la reserva los tres primeros servicios de mantenimiento bonificados (a los 10.000, 20.000 y 30.000 kilómetros), además de la devolución total de la seña en caso de que el cliente decida no concretar la compra una vez informado el valor final. La Captiva PHEV se beneficia además del régimen arancelario que exime de impuestos a los vehículos electrificados importados, lo que podría permitir un precio competitivo frente a SUVs convencionales de similar tamaño.