Este elemento está en todos los hogares y te hace el Wifi más lento: no es ni el microondas ni las paredes
Especialistas advierten que el WiFi del hogar podría estar funcionando mal debido a una interferencia aún más fuerte que la de un microondas o una pared.
La señal WiFi puede verse afectada por objetos comunes del hogar, no solo por microondas o paredes gruesas.
Especialistas identificaron a los espejos como un enemigo habitual de la conexión.
Su capa metálica refleja y bloquea las ondas, generando interferencias y pérdida de velocidad.
La solución es ubicar el router lejos de espejos u otras superficies reflectantes.
La inestabilidad de la conexión a internet en el hogar no siempre se atribuye a fallas del proveedor o a un exceso de dispositivos vinculados a la red. En muchos casos, la pérdida de señal WiFi proviene de objetos comunes que pasan inadvertidos y que, por su material o ubicación, reducen el alcance real del router sin que los usuarios identifiquen su influencia en la conectividad.
Por lo general, al investigar el origen de una señal deficiente, la atención se dirige rápidamente hacia equipos que emiten frecuencias, como los hornos microondas, o hacia obstáculos estructurales como muros de hormigón. Estos factores resultan notorios por su capacidad para absorber o interferir con las ondas de radio que sostienen la conexión inalámbrica.
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Aun así, observaciones recientes de especialistas en conectividad doméstica orientaron el foco hacia un responsable todavía más habitual y presente en interiores que los microondas o las paredes gruesas. Este elemento, incorporado con frecuencia en la decoración o el mobiliario, llega a obstruir o deteriorar la señal WiFi de manera constante, lo que demuestra que, en muchos hogares, la solución consiste simplemente en reubicar el router lejos de este inesperado enemigo de la red.
Qué elemento de tu casa hace que el internet funcione más lento
La frustración por una conexión doméstica lenta o inestable suele llevar a culpar al proveedor de servicios o a la cantidad excesiva de dispositivos conectados. No obstante, en numerosos hogares, la pérdida de intensidad de la señal WiFi se origina en objetos cotidianos presentes en la decoración o el mobiliario. Estos elementos pasan desapercibidos y terminan limitando el alcance real del router sin que los usuarios identifiquen su influencia en la conectividad.
Durante años, las advertencias de técnicos y la experiencia popular señalaron dos enemigos evidentes de la señal inalámbrica. Uno es el horno microondas, conocido por emitir radiación en la banda de 2.4 GHz, la misma frecuencia que el WiFi más tradicional, lo que genera un ruido que compite con la señal útil. El otro son las paredes de hormigón o metal, que funcionan como barreras físicas capaces de absorber y debilitar las ondas de radio.
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Pese a que microondas y paredes representan obstáculos comprobados, observaciones recientes de especialistas en conectividad doméstica enfocaron la atención en un responsable todavía más frecuente y menos obvio. Este objeto presente en distintas habitaciones posee una notable capacidad para deteriorar la calidad de la señal.
El culpable silencioso, según los expertos, es el espejo. Lejos de ser un simple accesorio decorativo, un espejo incluye una capa posterior de metal —generalmente plata, aluminio o cromo— que resulta altamente reflectante frente a las ondas de radio. Cuando la señal WiFi impacta en esa superficie, rebota en lugar de atravesarla, provocando dispersión y reflexión.
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El efecto del espejo se manifiesta de dos maneras. Primero, el material metálico bloquea directamente la señal que intenta llegar a los dispositivos ubicados cerca o detrás. Segundo, al reflejar las ondas, el espejo produce interferencia entre la señal rebotada y la original, fenómeno conocido como multirruta o interferencia destructiva. Ese cruce confunde tanto al router como a los dispositivos, forzándolos a procesar más datos y reduciendo la velocidad de navegación percibida.
La solución resulta sencilla: cambiar de lugar el router. Conviene ubicarlo en un punto central del hogar, lejos de superficies reflectantes amplias como espejos, marcos metálicos o televisores grandes. Un ajuste de posición de este tipo mejora de forma notable la estabilidad y la velocidad de la conexión a internet.