Un programa de formación profesional para abogados que buscan iniciarse en el ámbito legal y contable

Diseñado por el estudio Chiesa, Delgado, Pita & Asociados, está dedicado a jóvenes profesionales, como así también a estudiantes de Derecho cursando el último año de su carrera.

En diciembre de 2008, un joven de 28 años con afán de justicia, lleno de idealismo y amor por la abogacía, decidió fundar un estudio jurídico, marcando el nacimiento de lo que en ese entonces se llamó Chiesa & Asociados. Mi experiencia laboral previa como dependiente, me permitió acceder a mi formación académica y a la culminación de la carrera de abogacía.

Con el correr de los años, varios fueron los socios, asociados y colegas, las consultas y las idas y venidas, los éxitos, los fracasos, los errores y los golpes, pero el mérito y el aprendizaje que, fueron cruciales para siempre estar a la vanguardia y para promover crecimiento individual y grupal de todos los que formaron parte de este proyecto.

Hace casi 15 años atrás, si bien existían las redes sociales, no tenían la misma masividad, no existía un botón para apretar y conseguir todo en forma instantánea. Hoy la mayoría de los profesionales pueden acceder fácilmente a jurisprudencia y material de estudio en la web. En esa época, la profesión requería una investigación más activa. La inversión en practicidad era escuchar a nuestros colegas de experiencia, verlos y respetarlos. Recuerdo que, arrancábamos 7:00 am en el mítico café Tribunales de la calle Libertad y Lavalle que lamentablemente ya no existe más y saboreábamos las mejores medialunas en el entrepiso del bar.

Las vitrinas de los locales de las tres editoriales jurídicas principales eran dulce para nuestro intelecto. El manual, el código o el libro bajo el brazo era el celular de la época, nuestro Google era la biblioteca del Colegio de Abogados o las editoriales que nos dejaban caminar sus pasillos. Recuerdo cuando existían miniferias judiciales sobre la calle Lavalle y todos nos amontonábamos para conseguir ofertas o leer lo que necesitábamos para ejercer la profesión.

Cuando 07.30 am abrían los juzgados, la calle Lavalle, Diagonal Norte, Uruguay, entre otras, en la zona de tribunales se teñían de saco y corbata, maletín en mano y birome afilada. Hoy vamos de jean, remera y celu en mano, evidencia de que todo cambia, todo se transforma con el paso del tiempo.

Las colas en la mesa de entrada de los juzgados eran interminables, pero siempre te llevabas un aprendizaje, y cunado llegabas al mostrador y escuchabas el famoso “quién sigue”, la boca te temblaba cuando pedías el expediente y te decían “está a despacho”, no está en la letra. Más de 40 minutos en una fila y te ibas con las manos vacías, pero seguro acompañado de una anécdota o de un consejo de algún colega, compañero de espera. Ni hablar de las filas para tomar el ascensor, eternas, con el ascensorista y su radio AM/FM.

juan pablo chiesa
Juan Pablo Chiesa.

Juan Pablo Chiesa.

Pasaron los años, y con ellos la experiencia te brinda la cualidad de la practicidad y el respeto de tus pares. Te permite expresar tus teorías, tus aprendizajes, respetando siempre las enseñanzas de los viejos colegas. El boom de las redes sociales, de lo inmediato, no debe hacernos perder de vista la importancia de respetar a aquellos que gastaron las suelas de sus zapatos, caminando Tribunales de Juzgado en Juzgado.

Los primeros 10 años de carrera fueron la bisagra para ingresar a un mundo académico y de enseñanza mediante obras y publicaciones literarias que hoy puedo ver en las vitrinas de las editoriales en las calles de Tribunales. Vitrinas que antes eran dulce para mi cerebro, y lo continúan siendo, hoy hacen llegar mi nombre a miles de colegas.

Todavía recuerdo mi primer despacho, ubicado en Libertad y Corrientes, pero tengo especial cariño por el segundo, en Av. Córdoba y Paraná, que hoy es sede de una editorial jurídica, para la que tuve el placer de escribir algunas obras en sus comienzos. Cuando, de vez en cuando, me tomaba un café con los dueños de dicha editorial, camino esos pasillos que antes tenían alfombra y que alojaban mi despacho, con un cactus en una ventana que miraba la Avenida Córdoba y que se encontraba frente a la ventana de un conciliador laboral del Ministerio de Trabajo y un prestigio Banco cooperativo.

Después de 10 años de ejercicio la carrera puede volverse monótona, por eso esas calles tribunalicias que al comienzo de todo novel son néctar del conocimiento, van tomando cansancio y fastidio en un viejo emprendedor profesional.

La mudanza a un barrio más tranquilo de la capital era inevitable. Belgrano y Almagro fueron los elegidos para recibir mis últimos despachos.

En la actualidad, con más de 15 años de trabajo y siendo un referente de la abogacía, principalmente en el campo del Derecho Del Trabajo, Seguridad Social, Tributario y consultor en materia de políticas de Empleo, considero que el crecimiento económico e intelectual se hace cada vez más interesante.

Desde el 2017, Chiesa & Delgado, esta última socia cofundadora con su campo en la economía y en la contabilidad, transformaron un estudio jurídico a una Consultora Legal, Contable y Financiera/económica. Una de mis primeras alumnas, que empezó a dar conmigo sus primeros pasos en la profesión, hoy es mi socia y me acompaña en la dirección de la consultora que fundé, formando parte con orgullo de Chiesa, Delgado y Pita & Asociados.

La Dra. Camila Ayelén Pita, es el ejemplo del mérito y del aprendizaje de la formación jurídica, con humildad y respeto, escuchando a quienes la formaron.

Con ese objetivo, Chiesa, Delgado, Pita & Asociados abre sus puertas a los jóvenes y noveles abogados y abogadas, como así también estudiantes de Derecho cursando el último año de su carrera a incorporarse al Programa de formación profesional en el campo legal y contable, para acompañarlos a transitar los primeros pasos en el camino de nuestra profesión y dar los primeros pasos de empleo de calidad y activar la perilla del trabajo.

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