Históricamente Grecia ha sido uno de los países de Europa más castigado por las altas temperaturas durante el verano. Desde que se tienen registros de este fenómeno climático (1890) el país ha atravesado por varias olas de calor, alcanzando en más de una ocasión, los 40 grados. Fue por eso que décadas atrás, decidieron suspender algunas actividades y reemplazarlas por otras para no sufrir el calor sofocante. A partir de allí los griegos comenzaron a reunirse en espacios públicos y nació una tradición: cines al aire libre.
A pesar del paso del tiempo, esta tradición sigue más viva que nunca y -claro está- forma parte de la cultura griega. Es tan fuerte el arraigo que, en la actualidad, los cines que quedan están protegidos por ley para que no desaparezcan como sucedió con cientos de ellos.
Estos cines se encuentran rodeados de vegetación lo que les permite a los que se congregan en estos espacios, disfrutar de una temperatura más agradable. Conocé los detalles de esta tradición.
Cómo fue el origen de la tradición del cine de verano al aire libre en Grecia
Debido a las altas temperaturas que atraviesa el país durante junio, julio y agosto (verano europeo) los ciudadanos encontraron en los cines al aire libre uno de los mejores aliados para hacerle frente a los 40 grados. Esta tradición se fue extendiendo por toda Grecia, sin embargo, está especialmente presente en ciudades como Atenas y Salónica.
De este modo, desde mayo hasta octubre, infinidad de cines al aire libre abren sus puertas y funciona como un entretenimiento sin la necesidad de contar con un aire acondicionado y, al mismo tiempo, permite escapar del calor sofocante de los hogares. Cabe destacar que esta alternativa es ideal para los ciudadanos de menos recursos que no pueden contar con un aire acondicionado o incluso no tienen una vivienda con los materiales ideales para aislarla de las altas temperaturas. En la zona de Ática hay unos 82 cines al aire libre y unos 44 en Atenas. Dentro de esos que se encuentran en la capital, hay dos que son considerados los más impresionantes: el Paris y el Thisio.
El primero de ellos se encuentra en el el histórico barrio de Plaka y es uno de los más llamativos de la ciudad por sus impresionantes vistas del Partenón. El segundo empezó su andadura en 1935 y en él también se puede disfrutar de las vistas al Partenón.
Debe saberse también otro dato sumamente curioso. Es que al ser parte de la cultura griega, los cines se encuentran protegidos por ley y no se pueden tocar. La normativa que se aprobó en 1997 tenía y tiene como objetivo proteger a los pocos que fueron quedando ya que muchos fueron convertidos en hoteles supermercados y similares.
Cómo vive actualmente la tradición del cine al aire libre en Grecia
Antes de la pandemia del 2020, se vendían unas 12 millones de entradas y luego se redujo a 7 millones de tickets. Sin embargo, el optimismo el total y esperan que en los próximos años repunte y no se pierda una tradición de décadas.
Los cines suelen estar repartidos en diferentes barrios de las ciudades y rodeados de vegetación proporcionando una temperatura agradable. Por otro lado, los presentes pueden pedir bebidas para refrescarse.
Además de espacios para ver películas, son centros sociales en donde se reúnen amigos y familias para disfrutar del film pero además, comidas y bebidas. Organizadores de esta clase de espacios explican que la tradición forma parte de la cultura griega y ganó mayor popularidad después de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo entre las décadas de 1950 y 1960 conocida como la Edad de Oro del cine de dicho país.