La pelea social del Roña Castro con sus 14 comedores: "La gente tiene hambre"

El boxeador campeón del mundo realiza una tarea social para brindarle alimentos a familias necesitadas pero advirtió que la mercadería no le alcanza para atender la creciente demanda.

En marzo del 2020 el boxeador campeón del mundo Jorge "el roña" Castro puso un gimnasio en el barrio San José de Temperley pero un mes después tuvo que cerrar temporalmente sus puertas por la llegada del coronavirus a la Argentina. En ese contexto, comenzó a notar que el hambre crecía en el barrio y sus alrededores y decidió comenzar a realizar ollas populares para ayudar a sus vecinos.

"Hicimos una olla, después hicimos dos, luego empezamos con los comedores y ahora tenemos 14 comedores", contó Castro en informe exclusivo para Estamos Jugados, programa que conduce el periodista Juan Amorin en C5N.

El boxeador contó que en la actualidad en el gimnasio entrega mil números para entregar mercadería a sus vecinos pero advirtió que dicha cantidad no alcanza ante el aumento de la demanda con la profundización de la crisis que provocaron las políticas económicas del gobierno de Javier Milei.

"No damos abasto. Entregamos mil números pero cada vez vienen más personas y no alcanza. La gente tiene hambre en la calle. El sueldo no les alcanza. Es muy duro porque un laburante no puede llegar a fin de mes. No llega", lamentó Castro, quien en 1994 se convirtió en campeón mundial de boxeo en la categoría peso medio.

"Cada vez está. La gente viene y te pide. Viene gente con 4 o 5 nenes y se pone a llorar a la puerta de mi gimnasio y le tengo que dar. no le puedo decir que no. Sé lo que es pasar hambre, sé lo que es pasar frío. Estos políticos no me lo pueden contar porque yo lo pasé", agregó el "el roña" quien contó que él también sufre el flagelo de la inflación y los tarifazos que impulsó el Gobierno. "A mi me vino de luz 350 mil pesos. Antes me venían 30 mil pesos y no le puedo decir que no, lo tengo que pagar", comentó.

Por último le pidió a la gestión libertaria que se haga eco de la situación y atienda la emergencia alimentaria que sufren millones de argentinos. "Acá está la pobreza y la miseria, Estamos cerca de la capital federal. El Gobierno tiene que verlo, la gente tiene hambre", señaló.

La fila de las mil historias

El periodista Hernán Nucera visitó el gimnasio de "roña" Castro, recorrió la fila de los "1.000 números" y habló con los vecinos que cada viernes van a recibir alimentos.

"Yo trabajé 43 años en la gastronomía, es un desastre lo que nos dan de sueldo por mes. ¿Cómo vivimos nosotros con 260 mil pesos que nos dan a los jubilados? Trabajé toda mi vida y ahora tengo que estar mendigando. No podemos comer carne, no podemos comer pollo, nada. Acá vienen, se llenan de plata y se van todos. Mirá Milei, ahora se llevó todos los ahorros. Me han llegado 120 mil pesos de luz, 45 mil pesos de gas. Somos tres gatos locos en casa. ¿Cómo hacemos para pagar la luz?. Shampoo y jabón hace 6 meses que no compro. Tengo un problema en la piel y no puedo comprar el medicamento", contó un jubilado en la fila.

"La situación está muy difícil porque yo gano la mínima y tengo dos nietos conmigo. Mi marido es remisero, él también es jubilado, gana la mínima y no nos alcanza. Hay que pagar la luz, el agua, todas esas cosas", indicó una jubilada.

"Soy jubilada con la minina. Es imposible llegar a fin de mes. Yo vengo a buscar comida acá o voy a los comedores. Tengo un nieto de 4 años y tenemos que sostener todo yo y mi hija", contó otra mujer jubilada.

"Laburo en una fábrica de caños. Tengo un sueldo quincenal y la plata como mucho me dura entre 5 o 6 días. Laburo 9 horas por día. No se llega. La plata no le dura a nadie. Cuando agarras un aumento es un pucho que no te sirve para nada. El aumento te lo come la inflación. Vas a comprar mercadería y te comes medio sueldo", sumó por su parte un trabajador.

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