La enfermedad poco conocida que puede causar ceguera en un ojo: los síntomas y tratamientos

Afecta principalmente a niños varones menores de 10 años. Los especialistas la definen como "muy invalidante" y remarcan la importancia de recibir atención médica rápida.

El Día Internacional de la Enfermedad de Coats se conmemora cada 17 de agosto para visibilizar esta afección poco frecuente, que aqueja principalmente a niños menores de 10 años. Se trata de una patología que en general involucra a un solo ojo y en algunos casos puede provocar pérdida de la visión en el lado comprometido.

La enfermedad de Coats se presenta cuando los vasos sanguíneos del ojo se tornan frágiles y anormales, lo que lleva a que se filtre líquido en la retina, la capa de células que transforma la luz en señales eléctricas para que el cerebro interprete como imágenes. Se estima que la tasa de la afección a nivel mundial es de apenas 1 cada 100.000 personas y la misma incidencia se calcula en Argentina.

El miembro de la Asociación Panamericana de Oftalmología (PAAO) y director ejecutivo del Consejo Argentino de Oftalmología (COA), Pablo Daponte, explicó en diálogo con C5N que se registra especialmente en niños, aunque también se constataron algunos casos en adolescentes y adultos jóvenes: "Afecta principalmente a personas de entre 6 y 10 años. Tiene cinco estadios, de los cuales los primeros cuatro pueden tratarse. Es una enfermedad muy invalidante".

Enfermedad de Coats
La enfermedad de Coats es poco frecuente.

La enfermedad de Coats es poco frecuente.

También advirtió que la ciencia no identificó la causa de la enfermedad, aunque mencionó un componente: "Aparentemente, tiene una relación directa con algún factor genético que se desconoce". La patología, que en la gran mayoría de casos afecta a un solo ojo, lleva su nombre por el oftalmólogo británico George Coats, quien la descubrió en 1908.

Por su parte, la oftalmóloga Paula Magnano marcó que se espera que la incidencia permanezca estabilizada. "El 75% de las veces afecta a los varones. Los hábitos o el estilo de vida no están asociados con la enfermedad. No es contagiosa. No hay nada que haga pensar que los casos subirán o bajarán", expresó a este medio.

Problemas en la visión de un ojo y la leucocoria, las principales señales de alarma

En tanto, los especialistas coincidieron en que los síntomas empeoran a medida de que avanza la enfermedad. "La acumulación de líquido en la retina puede producir distintos tipos de signos, que van desde casos más leves a más avanzados que potencialmente pueden llevar a la pérdida de visión del ojo. Como generalmente afecta a chicos más grandes y tienen la capacidad de darse cuenta, lo primero que suelen notar es que ven menos de un ojo", expresó Magnano.

También señaló que se puede presentar una desviación ocular: "En casos más avanzados, cuando ya hay una pérdida visual, puede llegar a aparecer el estrabismo, que se trata del desvío de un ojo".

"Además, se puede registrar la leucocoria, que es un signo de alarma muy importante. Eso se trata de un reflejo blanco en un ojo y amerita que la persona consulte inmediatamente con algún especialista. En los casos más avanzados también puede haber dolor ocular", agregó.

En este marco, Daponte explicó cómo se realiza el diagnóstico de la enfermedad de Coats y diferenció los colores: "Se usa un oftalmoscopio con screening rápido, que detecta si la pupila está blanca o colorada. Si está colorada, puede ser que la enfermedad esté en un estadio iniciado y si es blanca, el daño ya se produjo dentro del ojo".

Dolor en los ojos
La afección puede provocar dolor en los ojos.

La afección puede provocar dolor en los ojos.

La clave de los tratamientos tempranos y la rehabilitación

Por otro lado, Daponte hizo alusión a los métodos para tratar la afección: "Los cuatro primeros estadios pueden tratarse ya sea con coagulación con láser o criocoagulación, que se hace con frío, o láser de argón que es el tratamiento de las lesiones. También en casos tres y cuatro se llega a colocar antiangiogénicos, que son los medicamentos que también se utilizan en la maculopatía y en algunas lesiones vasculares o diabéticas".

"Los tratamientos no tratan la causa realmente, sino las consecuencias de la enfermedad. Como son chicos menores de 10 años, se realizan con anestesia general. Es un tratamiento que se hace en el momento. Si se detecta la enfermedad en los primeros estadios, es mucho más seguro y más confiable de tratarla", añadió el integrante de la PAAO y director ejecutivo del COA.

En tal sentido, marcó las diferencias del tiempo de los procedimientos por la enfermedad de Coats: "La duración de los tratamientos depende de la situación y del grado de la enfermedad. En esta enfermedad, no es que un chico es tratado y ya se fue a su casa curado. Los pacientes tienen alterados el sistema vascular, lo que genera que se dañen los conos y bastones, que son las células que reciben el oxígeno y los nutrientes".

Por su parte, Magnano sumó la posibilidad de una intervención quirúrgica, aunque advirtió que los tratamientos no son efectivos cuando la afección ya está muy desarrollada: "En algunos casos, como por ejemplo cuando se produce un desprendimiento de retina, se puede hacer una cirugía. Hay que tener en cuenta que cuando la consulta es muy tardía, a veces los médicos no pueden hacer nada".

Niño en el oftalmólogo
Los oftalmólogos recomiendan realizar controles.

Los oftalmólogos recomiendan realizar controles.

La oftalmóloga también mencionó la posibilidad de una recuperación funcional y detalló en qué consiste. "La rehabilitación visual es una herramienta que puede ser muy útil, sobre todo cuando no se puede mejorar la visión por otro método. Sirve para enseñarle al paciente a aprovechar al máximo la visión que tiene y potenciarla, ya sea con algún anteojo, un filtro o algún hábito", expresó.

No obstante, aclaró que su realización está sujeta al nivel de déficit de la visión: "No se hace siempre, depende del grado de pérdida visual que haya".

"Lo más importante son las consultas de prevención"

En tanto, Daponte subrayó que se debe llevar a cabo controles médicos para reducir la chance de la aparición de la enfermedad de Coats: "Lo más importante son las consultas de prevención, esa es la clave. Todos los chicos tienen que hacerse un fondo de ojo. Hay una ley nacional que dice que los niños deben ser evaluados por un oftalmólogo ni bien nacen, a los 6 meses, al primer año, a los 3 años y a los 6 años".

"Las personas aprenden a ver hasta los 10 años. Es como si fuera una computadora que está vacía y se le va poniendo información. Después de eso, poco se puede mejorar", explicó.

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