El chofer del ómnibus de larga distancia que volcó y cayó a un arroyo en Misiones, con un saldo de 9 pasajeros muertos y 30 heridos, aseguró que el auto que lo chocó de frente "venía muy rápido" y "zigzagueando" y, aunque pisó el freno con todas sus fuerzas, no pudo "hacer nada" para evitar el impacto.
El hecho ocurrió a las 4:30 de la mañana del domingo a la altura del kilómetro 892 de la Ruta Nacional 14, cerca de la localidad de Campo Viera. El micro de la empresa Sol del Norte era conducido por Nicolás Tarnoski, de 30 años, y había partido desde Oberá con unos 50 pasajeros.
Cuando cruzaba sobre el arroyo Yazá, fue impactado de frente por un Ford Focus que manejaba Rafael Jordan Gonzalo Ortiz, de 34 años. Producto del choque, Tarnoski perdió el control del ómnibus, que atravesó el guardarraíl y terminó cayendo en el curso de agua.
"Lo vi venir de frente y me paré en el freno, pero ya era tarde. Me pegó de lleno y me tiró al arroyo", contó el chofer en un audio reproducido por Misiones Online. Según su relato, Ortiz "venía muy rápido, zigzagueando, y cuando lo tuve encima ya no pude hacer nada. Pisé el freno con todas mis fuerzas", afirmó.
Choque auto Misiones
El conductor del Ford Focus manejaba con 3.0 gramos de alcohol por litro de sangre.
"Después del golpe todo fue oscuridad y gritos. Escuchaba a la gente pidiendo ayuda y traté de mantener la calma para poder salir", agregó. En medio del agua, el chofer consiguió salir del ómnibus y subir al puente de la Ruta 14, donde empezó a hacer señas a otros vehículos usando un celular con linterna.
"Empecé a mover la luz, gritando que llamen a los bomberos, a la ambulancia. No sabía si alguien me escuchaba, pero era lo único que podía hacer", explicó. "No hay vuelta atrás. Un segundo cambia todo. Yo solo quería llegar con la gente a destino", lamentó.
Según el testimonio de los rescatistas, Tarnoski repetía una y otra vez: "Hice todo lo que pude". El chofer dio negativo en el test de alcoholemia, pero Ortiz, quien conducía el Ford Focus y falleció en el choque, tenía 3.0 gramos de alcohol por litro de sangre, seis veces más de lo permitido por ley.