Cuál es la historia del Edificio de Obras Públicas, el primer rascacielos que construyó el Estado argentino

Un recorrido por los 80 años de un emblema porteño que marcó la historia arquitectónica y política de nuestro país.

El Edificio de Obras Públicas, inaugurado en 1936, representa un hito en la arquitectura argentina al ser el primer rascacielos financiado por el Estado. Esta estructura, suele ser sede de los Ministerios de Salud y Desarrollo Social, se impone en la 9 de julio con su diseño racionalista, mientras resguarda en su historia el haber presenciado una serie importante de eventos históricos.

Declarado como Monumento Histórico Nacional en 2002, la obra se concibió durante una época de crisis financiera global, en un contexto donde la arquitectura monumental se utilizaba como símbolo de poder y progreso. Diseñado por Belgrano Alberto Blanco y ejecutado por la empresa constructora de José Scarpinelli, el edificio fue también un reflejo de las tensiones de su tiempo, incluyendo mitos sobre corrupción y una planificación que inicialmente contemplaba una estructura gemela que nunca se concretó.

A lo largo de los años, esta construcción fue protagonista de eventos históricos, como el renunciamiento de Eva Perón en 1951 y la primera transmisión televisiva en Argentina. Además, su diseño funcional, que combina una distribución en forma de U con elementos originales que perduran hasta hoy, sigue siendo una referencia en la arquitectura pública.

Ministoria Obras públicas

Cómo es la historia de la creación del Edificio de Obras Públicas

La idea de concentrar todas las oficinas del Ministerio de Obras Públicas (MOP) en un único edificio nació en 1932, cuando José Hortal convenció al ministro Manuel Alvarado de la necesidad de este proyecto. El diseño estuvo a cargo de Belgrano Alberto Blanco, mientras que la dirección fue responsabilidad del ingeniero Marcelo Martínez de Hoz.

La construcción comenzó en 1934, y para 1935 ya se había completado la estructura de hormigón armado. El edificio, con sus 96 metros de altura, se convirtió en un referente arquitectónico de su tiempo, junto con otras obras icónicas como el Kavanagh y el Obelisco. Aunque inicialmente se planificó una estructura gemela unida por un arco, esta idea nunca se llevó a cabo. Sin embargo, el edificio principal se levantó como una síntesis de la arquitectura racionalista y una muestra del auge de las grandes construcciones.

Ministoria Obras públicas

El inmueble se inauguró oficialmente en 1936 y desde entonces fue teniendo diversos usos y modificaciones. En su época inicial, la plaza Moreno antecedía a su entrada principal, pero el ensanchamiento de la Avenida 9 de Julio la eliminó. Además, la Revista de Arquitectura destacó su excelencia técnica y funcional, calificándolo como una obra que cumplía con las mayores exigencias de su género.

El edificio también fue escenario de numerosos eventos históricos. El 31 de agosto de 1951, Eva Perón pronunció desde su explanada el conocido “Discurso del Renunciamiento”. Años después, en 2011, se agregaron los murales de Evita diseñados por Alejandro Marmo y Daniel Santoro, que aún se mantienen como un símbolo del edificio.

Ministoria Obras públicas

La azotea del inmueble también tuvo un papel destacado al albergar la antena transmisora de la primera emisión televisiva del país en 1951. Aunque se consideró instalar un mirador para disfrutar de las vistas de la ciudad, esta idea nunca se concretó. A pesar de algunos intentos de demolición durante la década de 1990, la opinión pública logró preservar este ícono arquitectónico.

Su estructura, diseñada en forma de U para optimizar la circulación y la iluminación, conserva elementos originales como puertas numeradas, pisos de parquet y escaleras de mármol con barandas de bronce. La planta baja alberga espacios emblemáticos como el salón Ramón Carrillo y los bustos de Evita y Perón.

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