Se dieron a conocer videos que comprometen al presunto asesino de la periodista correntina Griselda Blanco. En las imágenes, se identifica al empresario Darío Alfredo Ricardo Holzweiss, segundo detenido en la causa, entrando en un primer momento, para luego retirarse la propiedad de la mujer, descartando en un terreno lindero un teléfono celular y un cuchillo.
La policía encontró los elementos claves para la investigación y en la jornada de ayer, procedió a la detención del empresario. También liberó al primer detenido en la causa, Armando Jara, ex esposo de la periodista, al no encontrar pruebas que lo impliquen.
La investigación es llevada a cabo por el comisario Ricardo Juri, jefe de la Policía Federal de Chajarí, quien con el transcurso de los días recabó las imágenes de las cámaras de seguridad y dio con el paradero del segundo detenido. La causa se encuentra enmarcada en área de delitos complejos.
Darío Alfredo Ricardo Holzweiss es un empresario de la noche, quien alquila y es dueño del boliche llamado “Punto Sur”, ubicado en el kilómetro 159 de la ruta provincial 126, en Corrientes. Su detención fue en una vivienda que el hombre de 46 años tiene al costado y al fondo del restobar bailable.
Uno de los investigadores policiales reveló a Télam que al detenido lo incrimina “prueba indiciaria, contenido de teléfonos, audios y videos de cámaras de seguridad". El mismo informante explicó que de acuerdo a las averiguaciones, Holzweiss tenía “una relación ocasional con la víctima”.
El crimen de la periodista Griselda Blanco
Griselda Blanco fue encontrada estrangulada, con una soga en el cuello, tirada en el piso, con golpes en el rostro y heridas de arma blanca en su casa de la calle Juan Pujol, de Curuzú Cuatiá, la noche del sábado pasado.
En una de sus manos, encontraron cabellos ajenos y restos de sangre que no pertenecen a la víctima.
Si bien al principio se barajó la posibilidad de un suicidio, la autopsia lo descartó y uno de sus hijos, Lautaro Cesani, manifestó en redes sociales: “Nuestra madre no se suicidó, a nuestra madre la mataron. Ella decía verdades que nadie se animaba a decir. La querían ver callada y no pudieron. Justicia por Griselda Blanco”.
La periodista se animó a hacer varias denuncias públicas, entre ellas, contra un comisario de la policía provincial por abuso sexual y también por un caso de mala praxis en el hospital Dr. Fernando Irastorza, donde murió una amiga, entre otras, y sus allegados aseguraron que “recibía amenazas”.