Una abuela de 65 años y su nieta de 10 murieron en una casa en la localidad de Cosquín, en la provincia de Córdoba, por una presunta intoxicación por monóxido de carbono. Las autoridades investigan las causas que llevaron al trágico desenlace.
La tragedia ocurrió en la localidad de Cosquín, la mujer de 65 años murió en el lugar, mientras que a su nieta de 10 años falleció en el Hospital Domingo Funes. Las autoridades investigan las posibles causas.
Una abuela de 65 años y su nieta de 10 murieron en una casa en la localidad de Cosquín, en la provincia de Córdoba, por una presunta intoxicación por monóxido de carbono. Las autoridades investigan las causas que llevaron al trágico desenlace.
Los Bomberos Voluntarios de la localidad y la Policía de Córdoba, se acercaron a una vivienda en la intersección de las calles Obispo Bustos y San Martín cerca del mediodía del viernes.
Allí se encontraron con un panorama desolador: una mujer fallecida y su nieta con leves signos vitales. La pequeña de 10 años fue inmediatamente trasladada al Hospital Domingo Funes, donde falleció horas más tarde.
"Tomamos conocimiento por pedido de la Policía de Córdoba. Nos informaron que una menor había sido trasladada con un cuadro de intoxicación, posiblemente por monóxido de carbono, y que una persona mayor, una mujer, había fallecido en el lugar", explicó subcomisario José Molina, jefe del Cuerpo de Bomberos de Cosquín, para Cadena 3.
Los bomberos ingresaron al lugar para realizar las tareas pertinentes y controles para evitar poner en riesgo a vecinos de la misma unidad del edificio. En esa línea Molina explicó que "la atmósfera no presentaba niveles normales para la vida humana. Había deficiencia de oxígeno y se detectó la presencia de monóxido de carbono".
Según explican desde el sitio web de Energas, el monóxido de carbono es un gas altamente venenoso que se propaga rápidamente en el aire del ambiente. Se genera por combustiones deficientes y es imposible percibirlo porque no tiene color, no tiene olor ni sabor y no irrita las mucosas. Si bien este gas venenoso no puede percibirse, hay claros indicios que señalan la presencia de monóxido de carbono en el ambiente: