Condenaron al primer responsable de la muerte de Matthew Perry, el mítico actor de "Friends"

Salvador Plasencia fue uno de los médicos que le vendió ketamina al actor y le enseñó como inyectársela.

La Justicia de Estados Unidos condenó a la primera persona acusada de ser responsable de la muerte de Matthew Perry, el actor de la mítica comedia Friends y que murió en 2023 por una sobredosis de ketamina, un poderoso anestesiante. Salvador Plasencia, uno de los médicos que le suministró el estupefaciente al artista, recibió una sentencia de dos años y medio de cárcel que deberá cumplir en una prisión federal norteamericana. Además, tendrá que pagar una multa de u$s5.600.

La fiscalía había pedido una pena de tres años de prisión y que podría haberse elevado hasta los 40. Sin embargo, la Justicia finalmente terminó por resolver que la condena sea una reclusión de 30 meses en una prisión federal estadounidense, desde el momento que escuchó la sentencia. Plasencia ya había perdido su licencia para ejercer como médico y su clínica privada en la lujosa localidad de Calabasas, ubicada en Los Angeles.

Plasencia fue el primer condenado por la muerte del actor de Friends, quien interpretó a Chandler durante una década. Además de este médico, hay otros cuatro imputados. Si bien los abogados del doctor aseguraron que él no le suministró ketamina a Perry, la fiscalía afirmó que “las terribles violaciones de la confianza depositada en él y el incumplimiento de su juramento de no causar daño a sus pacientes contribuyeron sin duda alguna al daño sufrido por Perry”.

Los padres del actor consideraron a Plasencia como "el más culpable de todos". Así lo aseguraron en una carta escrita que le enviaron a la Justicia, horas antes de dictar la sentencia contra el médico y a la que tuvo acceso la revista Rolling Stone.

“Nadie vivo y en contacto con el mundo podría ignorar las dificultades de Matthew. Pero este médico conspiró para romper sus votos más importantes, repetidamente, se escabulló en la noche para encontrarse con su víctima en secreto. ¿Por qué, unos cuantos miles de dólares? Para aprovecharse de la vulnerabilidad de nuestro hijo... y alardear, mientras lo hacía, con esa reveladora pregunta: ‘Me pregunto cuánto pagará este imbécil. Averigüémoslo’. Hay cosas muy difíciles de entender", escribieron Suzanne y Keith Morrison, madre y padrastro de Perry.

Los mensajes a los que se refieren los padres de Perry son precisamente los de los doctores, que se burlaban de él por comprarles la droga, de la que sacaban un inmenso beneficio: cada dosis costaba unos u$s12, pero ellos los vendían por más de 200 veces su precio. En concreto, le cobraron u$s55.000 por 20 de ellos, a más de u$s2.700 por cada uno de ellos. No solo se los vendieron, sino que le enseñaron a él y a su asistente a inyectarse la ketamina.

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