Con salsa de tomate o con salsa blanca: según como armes la pizza, este es el mejor vino para combinarla

Aunque la pizza y el vino puedan parecer una dupla inusual, juntos logran una armonía sorprendente.

Aunque a primera vista la pizza y el vino puedan parecer una combinación extraña, lo cierto es que maridan a la perfección. Este clásico plato italiano, en todas sus variedades, puede realzar su sabor al ser acompañado por los vinos adecuados de diferentes bodegas. El resultado es una experiencia gastronómica que sin duda querrás repetir, una vez que descubras el maridaje ideal.

Para lograrlo, es crucial olvidarse de las bebidas tradicionales como los refrescos y prestar atención a un elemento clave de la pizza: la salsa. La base de este plato determinará el tipo de vino que mejor complementará sus sabores, ya sea una salsa de tomate, una salsa blanca, o cualquier otra variación.

Encontrar el vino perfecto para la pizza no es tan complicado como parece. El secreto reside en la armonía entre ambos elementos. Si eliges el vino correcto para cada tipo de pizza, conseguirás una experiencia culinaria superior, elevando cada bocado y transformando una comida simple en una verdadera delicia.

Pizza y Vino
Aunque la pizza y el vino puedan parecer una dupla inusual, juntos logran una armonía sorprendente.

Aunque la pizza y el vino puedan parecer una dupla inusual, juntos logran una armonía sorprendente.

Qué vinos combinan mejor según la pizza que armes

Para lograr un maridaje perfecto entre pizza y vino, la clave está en el tipo de preparación que se elija. Cada ingrediente, desde la base hasta el queso y los acompañamientos, influye directamente en la elección del vino adecuado. A continuación, se presenta una guía para combinar los vinos con las variedades de pizza más populares.

La pizza Margarita, con su sencilla mezcla de tomate, mozzarella fresca y albahaca, es un clásico que destaca por su frescura. Para potenciar sus sabores, un vino tinto ligero como el Pinot Noir o un Sangiovese joven resulta ideal. Su acidez equilibrada y notas frutales armonizan con la intensidad del tomate y el frescor de la albahaca, logrando una experiencia delicada y agradable.

Cuando se trata de pizzas con embutidos como pepperoni o salame, la intensidad y la grasa requieren un vino con carácter. Un Syrah o un Zinfandel ofrecen cuerpo y especias suficientes para limpiar el paladar y realzar la profundidad del sabor. Así, se consigue un maridaje que resalta tanto el picante como la textura de la carne curada.

Vino Pizza

En el caso de la pizza Cuatro Quesos, donde predominan cremosidad y salinidad, conviene un vino que aporte frescura. Un Sauvignon Blanc o un Chardonnay sin paso por madera equilibran los lácteos con sus notas frutales y acidez vibrante. Una opción igualmente acertada es el Prosecco, cuyas burbujas refrescan y suavizan la intensidad de los quesos.

Las pizzas con vegetales como pimientos, cebollas o champiñones encuentran un aliado en vinos de cuerpo medio. Un Merlot o un Chianti resaltan los sabores terrosos de los ingredientes, mientras que un Verdejo con sus matices herbáceos aporta frescura. El resultado es un maridaje ligero y equilibrado, perfecto para quienes prefieren opciones vegetales.

La pizza de hongos con panceta necesita un vino con mayor estructura para acompañar la complejidad de sabores. Un Cabernet Franc o un Cabernet Sauvignon joven aportan notas de frutas negras y especias que complementan tanto el umami de los hongos como el carácter ahumado de la panceta. De esta forma, se consigue un maridaje profundo y bien balanceado.

Pizza y Vino
Este clásico plato italiano, en todas sus variedades, puede realzar su sabor al ser acompañado por los vinos adecuados de diferentes bodegas.

Este clásico plato italiano, en todas sus variedades, puede realzar su sabor al ser acompañado por los vinos adecuados de diferentes bodegas.

La pizza con pollo BBQ, con su salsa dulce y ahumada, combina mejor con tintos frutales y suaves. Un Malbec o un Bonarda ofrecen taninos redondeados y notas de ciruela y cereza que resaltan la salsa sin opacarla. Cada bocado se transforma en un contraste entre dulzura y frescura, generando una experiencia intensa y sabrosa.

La pizza con salsa blanca, conocida como pizza bianca, presenta una alternativa cremosa y rica frente a la base de tomate. Elaborada con ingredientes como nata, cebolla, ajo y quesos, suele incorporar espinacas, alcachofas y hierbas. En este caso, un vino blanco fresco resulta la elección perfecta, ya que aporta equilibrio y realza la suavidad de los sabores.