Habitualmente se tiende a identificar a quien consume una droga como una persona “adicta”. Pero, hay distintos tipos de vínculos con las sustancias, y no todos son adicciones ni necesariamente problemáticos.
Habitualmente se tiende a identificar a quien consume una droga como una persona “adicta”. Pero, hay distintos tipos de vínculos con las sustancias, y no todos son adicciones ni necesariamente problemáticos.
Liza Murlender, psicóloga de Contexto Psi, explica que todos usamos drogas: tomamos infusiones, medicamentos cuando enfermamos, una copita de vino.
Pero hay diferentes niveles de consumo de acuerdo al vínculo que se establece con la sustancia, sea legal o ilegal: esta relación puede ser de uso, abuso o adicción. Por eso hay que preguntarnos quién, cuándo, dónde, cuánto y por qué se consume.
El USO de drogas es siempre esporádico y ocasional. Pero también puede ser problemático. Por ejemplo, alguien que eventualmente consume alcohol y luego maneja. O quien decide “probar” alguna sustancia alucinógena ilegal, exponiéndose a los riesgos de sus efectos y a cantidades que podrían derivar en una sobredosis.
El ABUSO de drogas es, por ejemplo, tomar un medicamento no recetado o en dosis mayores que la indicada; o tomar alcohol en exceso. Tiene que ver con consumir de forma excesiva y periódicamente. Se caracteriza por la intencionalidad del vínculo, se consume “para lograr algo”, como reducir la fatiga o la ansiedad, divertirse o animarse, y es posible que se termine generando una dependencia.
En cambio, quienes sufren ADICCIÓN a las drogas no pueden parar de consumir, y sienten o creen que no pueden vivir sin esa sustancia, consumen de forma permanente y compulsiva, afectando distintas áreas de su vida. Tienen la necesidad inevitable de consumir y dependen física y/o psíquicamente de la sustancia. En estos casos, se produce dependencia: las drogas se tornan indispensables, no por el placer de consumirlas, sino para evitar el malestar que causa su ausencia. Además, ante la supresión del consumo aparecen trastornos como el síndrome de abstinencia o el estado de necesidad.
Que la droga sea legal o ilegal no se relaciona necesariamente con el consumo problemático, que puede darse también con un solo consumo, como por ejemplo por una intoxicación aguda por alcohol o una reacción adversa a un medicamento. Además, no solo las sustancias pueden generar consumos problemáticos: también puede suceder con otras cosas, como la velocidad, la comida, el juego, el trabajo o las compras.
Existen tratamientos para abordar los consumos problemáticos, si crees que vos o alguien que conocés está atravesando una situación como esta, no dudes en consultar con profesionales de la salud mental.