Este año, Rosalía fue la artista elegida para cerrar el Primavera Sound en Barcelona. El festival más importante de la ciudad que la vio crecer y el que, como ella misma dijo, en perfecto catalán, “soñé tantas veces con encabezar”. El último día del festival, como era de esperarse, fue el más concurrido. Alrededor de 70.000 personas acudieron el sábado al predio del Parc del Fòrum. Luego de una tarde en donde tocaron grandes artistas como John Cale, Arlo Parks, St. Vincent y Måneskin, cerca de las doce de la noche el público comenzó a trasladarse en masa hacia la zona de los escenarios principales. Allí, Calvin Harris fue la previa de lujo que mantuvo motivada hasta las dos de la mañana a la multitud antes de que llegara Rosalía.
ROSALIA primavera sound
Sharon Lopez
La Motomami brindó en una hora un vistazo de lo que viene haciendo en su última gira y en los festivales de los que participa alrededor del mundo. Su show hipnotiza a través de las pantallas y en cada canción pareciera estar grabando un videoclip en vivo. Es un equilibrio perfecto entre un espectáculo milimétricamente coreografiado, con un toque de improvisación que logra crear momentos únicos en cada performance.
Aunque las actuaciones de Rosalía suelen distinguirse por su excelencia, un defecto de sonido interrumpió en esta oportunidad la mitad del concierto mientras sonaba la balada Hentai. Atenta a cada detalle, la misma Rosalía se percató del problema y rápidamente logró solucionarlo con su equipo técnico para continuar su show con altura.
Con un line up para todos los gustos, más de 250.000 personas asistieron a ver la impresionante variedad de artistas que pasaron por los 15 escenarios distribuidos por el predio. Los legendarios New Order y la carismática Halsey fueron los headliners convocados para dar comienzo al festival el día jueves. Pero sin dudas, el plato fuerte el primer día fue Blur.
A las dos de la mañana, el esperado grupo londinense liderado por Damon Albarn (quien también es el vocalista de Gorillaz) reavivó la chispa agotada por la intensa humedad del clima y logró cautivar al público que los había estado esperando desde la tarde. Abrieron con un tema inédito, St. Charles Square, parte de su nuevo álbum, The ballad of Darren, que sale el próximo 21 de julio.
Blur primavera sound
Christian Bertrand
La segunda jornada del festival estuvo marcada por la diversidad que lo caracteriza. Comenzó con nostalgia, de la mano de Depeche Mode. En un horario óptimo, el grupo britanico acompañó la tardía puesta del sol con sus oscuras melodías. Su extenso repertorio llenó con facilidad su performance de casi dos horas y por supuesto, no faltaron los clásicos Just can't get enough y Personal Jesus para despedirse.
Una vez finalizada la actuación de Depeche Mode y ya entrada la noche, el público permaneció inmóvil porque tan solo cinco minutos después, en el escenario de al lado, apareció Kendrick Lamar. Un repentino cambio de ritmo que lejos de decepcionar, mantuvo cautivo a un público no habituado al arrollador hip hop estadounidense. Sin mucho adorno más que su presencia, Kendrick Lamar impartió una lección de música con su fusión de estilos.
Kendrick Lamar primavera sound
Sharon Lopez
Un capítulo aparte merece la madrugada del viernes, en donde en uno de los escenarios comenzó a reunirse la hinchada argentina del festival para esperar a Trueno. En aquel sector se vivió una auténtica fiesta de la mano del rapero de tan solo 21 años, cuya actuación no tuvo nada que envidiarle a los artistas que le doblan en edad.
Trueno primavera sound
Sharon Lopez
El joven músico desplegó toda su versatilidad con un setlist corto pero completo, en el cual por supuesto no podía quedar afuera Dubai, su tema más reciente junto a Beny Jr, ni sus éxitos más reconocidos como Argentina, Tierra Zanta y Mamichula. Una explosión de ritmo con letras potentes que dejaron al público con ganas de más.