La impresionante transformación de Peter Ostrum, protagonista de Willy Wonka y la fábrica de chocolates: así se ve hoy

El recordado actor infantil dejó Hollywood tras el éxito del film y encontró su verdadera vocación lejos de las cámaras.

A más de 50 años del estreno de Willy Wonka y la fábrica de chocolates (1971), el nombre de Peter Ostrum vuelve a resonar. El inolvidable intérprete de Charlie Bucket, aquel niño humilde que encuentra el codiciado boleto dorado, dejó atrás la actuación tras su única película y hoy sorprende por el rumbo que tomó su vida.

Con solo 12 años, Ostrum vivió una fama instantánea que pocos niños podrían manejar. Sin embargo, tras la euforia del estreno, decidió no continuar en el cine y elegir un camino más tranquilo y vinculado a su gran pasión: los animales. Su historia es la de un niño prodigio que, tras tocar el cielo de Hollywood, optó por la sencillez y la vocación.

En la actualidad, a sus 67 años, el exactor lleva una vida lejos de los flashes y los estrenos. Radicado en Nueva York, trabaja como veterinario y disfruta de una rutina apacible, mientras la película que protagonizó continúa siendo un clásico entrañable para distintas generaciones.

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A sus 67 años, Ostrum continúa trabajando como veterinario en Nueva York y recuerda con cariño su paso por la pantalla grande.

A sus 67 años, Ostrum continúa trabajando como veterinario en Nueva York y recuerda con cariño su paso por la pantalla grande.

Peter Ostrum se alejó de la actuación

El joven que dio vida a Charlie Bucket fue descubierto por un cazatalentos durante una obra teatral escolar en Ohio. Poco después, viajó a Múnich, Alemania, para filmar la producción junto a Gene Wilder, quien se convirtió en una figura paterna para él. “Wilder trataba a todos con respeto y dignidad”, recordó años más tarde el actor, que todavía lo considera una influencia clave en su vida.

Tras la filmación, Ostrum rechazó un contrato para rodar tres películas más. Comprendió que el mundo del espectáculo no era para él cuando sus padres le regalaron un caballo y conoció a un veterinario local: ahí descubrió su verdadera vocación. Se graduó en la Universidad de Cornell en 1984 y desde entonces ejerce como médico veterinario en la Countryside Veterinary Clinic, en el norte del estado de Nueva York.

En entrevistas recientes, reconoció que, aunque no se arrepiente de su decisión, valora haber formado parte de una película que sigue emocionando a millones de personas en todo el mundo. “Si solo podía hacer una película, esta era la película para hacer”, aseguró con orgullo.

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