Peter Lanzani sorprende con su cambio físico para interpretar a Luca Prodan.
Peter Lanzani adoptó un cambio físico radical y un enfoque interpretativo profundo para asumir el rol del líder de Sumo.
La película Viejos vinagres evita la estructura de biografía clásica y prioriza los vínculos personales y creativos del músico.
El proyecto cuenta con la participación de Armando Bó, Luis Ortega y otros guionistas reconocidos en el cine argentino.
El relato incorporará etapas clave de la vida de Prodan, desde Europa hasta su llegada a Argentina y su impacto cultural.
La transformación que llevó adelante Peter Lanzani para ponerse en la piel de Luca Prodan volvió a exponer su apuesta por personajes desafiantes dentro del cine nacional. El proyecto audiovisual, tituladoViejos vinagres, se convirtió rápidamente en tema de conversación por la magnitud del desafío: encarnar a una figura emblemática del rock argentino y reconstruir su universo artístico desde una mirada contemplativa y respetuosa.
Las primeras imágenes reveladas generaron impacto al mostrar un cambio notorio en su apariencia, acompañado de una búsqueda interpretativa que apunta a trascender el mero parecido físico.
Este acercamiento al líder de Sumo supone un punto decisivo dentro de la carrera del actor, quien eligió involucrarse de manera profunda en la construcción del personaje. Las fotografías difundidas evidencian un trabajo de caracterización intenso, marcado por un aspecto despojado y crudo, que refleja una intención clara de aproximarse al músico sin caer en idealizaciones. Detrás del cambio visual, se percibe una exploración interna orientada a captar el espíritu rebelde y contradictorio que definió gran parte de la vida de Prodan.
Lejos de proponer una biografía tradicional, el proyecto busca enfocarse en las tensiones personales, los vínculos y el contexto cultural que acompañaron la trayectoria del músico. Esta perspectiva pretende narrar desde la complejidad humana más que desde un recorrido cronológico, con la intención de abordar diferentes etapas de su vida y los contrastes que marcaron su identidad artística.
Peter Lanzani - Luca Prodan
Las primeras imágenes revelan el trabajo de Peter Lanzani en la caracterización del líder de Sumo, con un enfoque que prioriza vínculos y tensiones más que la cronología.
Así fue la transformación de Peter Lanzani para el papel de Luca Prodan
La transformación de Peter Lanzani comenzó con un trabajo físico evidente: el actor adoptó una apariencia más huesuda y despojada, modificó su corte de cabello y ajustó su fisonomía para acercarse a la estética característica de Prodan. Ese cambio externo fue acompañado por una investigación minuciosa del vestuario, los hábitos cotidianos y los elementos visuales que definieron al líder de Sumo en distintas etapas de su vida, lo que le permitió construir una imagen coherente con el músico sin recurrir a imitaciones superficiales.
Más allá del aspecto físico, Lanzani trabajó sobre la gestualidad y el tono de voz, incorporando matices que reflejan la intensidad y contradicción del artista. El actor se enfocó en replicar la forma en la que Prodan se movía en el escenario, la cadencia de su habla y su lenguaje corporal en momentos de intimidad, con el fin de crear una interpretación que capture tanto su energía en vivo como su carácter introspectivo fuera de escena.
Peter Lanzani - Luca Prodan 2
Peter Lanzani asumió una transformación física y emocional para encarnar a Luca Prodan en una biopic que busca mostrar su costado más humano y contradictorio.
El proceso incluyó la revisión de archivos audiovisuales, entrevistas y testimonios cercanos al músico, lo que le permitió comprender sus motivaciones, frustraciones y contradicciones personales. Esta investigación sostenida buscó dar profundidad a la actuación, priorizando la construcción desde lo emocional antes que desde el parecido estético, con el objetivo de presentar a un Luca Prodan humanizado, alejado de la figura mitificada que suele rodearlo.