"Nos quedan unas semanas porque Luisana tuvo que marchar por su hijito", afirmó, y al ser consultado sobre si había hablado con ella, agregó: "Y qué te parece... Es algo muy doloroso para cualquier papá que un hijito de esa edad viva lo que está viviendo este pobre angelito. Ha sido muy fuerte, pero tenemos una ilusión y esperanza de que, como se detectó temprano, me he interiorizado, y sé que tiene un gran porcentaje de cura. Que se estabilice de nuevo es el anhelo de todos. Los queremos mucho, yo adoro a Luisana, sus papás, a Darío. Los conozco hace muchos años", comentó.
Además se mostró optimista y destacó la fortaleza de Lopilato. "Lo que está viviendo es de un gran dolor, pero somos muy optimistas de que se va a mejorar. Luisana es muy fuerte y cree mucho en Dios, ella sabe que esto va a andar bien", concluyó.