Dirigió una de las series más famosas de Marvel y ahora critica a todo Hollywood: quien es y qué dijo

El creador de una serie de Marvel expresó su molestia contra Hollywood y sostuvo que las historias resultan aburridas porque los estudios asumen que el público no presta atención.

  • Beau DeMayo generó polémica al criticar públicamente el funcionamiento interno de Hollywood y el modelo creativo de Marvel.
  • Acusó a los estudios de desgastar ideas, priorizar cantidad sobre calidad y limitar la creatividad de guionistas y directores.
  • Señaló un clima hostil en Marvel y afirmó que su despido estuvo relacionado con su identidad y su apoyo a la comunidad LGBTQ+.
  • También denunció prácticas contractuales que buscan silenciar críticas y cuestionó el desprecio hacia los cómics y sus seguidores.

Beau DeMayo, la mente creativa detrás de la serie de Marvel X-Men ’97, volvió a generar un fuerte revuelo en redes sociales, aunque esta vez su señalamiento no se dirigió a un personaje ni a una trama, sino al núcleo mismo de la industria del entretenimiento.

DeMayo decidió ir más allá de los comentarios habituales sobre el universo de los superhéroes y expuso públicamente temas que suelen discutirse solo en privado, evitando el silencio que predomina entre quienes temen incomodar a los estudios.

Lo que desató la controversia fue el contenido directo de sus declaraciones, en las que se atrevió a decir aquello que muchos profesionales de Hollywood prefieren callar. Al apuntar “al corazón del Hollywood actual”, el creador de una de las series animadas más valoradas de Marvel puso en evidencia tensiones internas y criticó con dureza el modo en que se produce cine y televisión en la actualidad. Sus publicaciones encendieron un debate que dejó expuesto el desgaste del modelo creativo dominante.

Beau DeMayo
Beau DeMayo generó polémica al criticar públicamente el funcionamiento interno de Hollywood y el modelo creativo de Marvel.

Beau DeMayo generó polémica al criticar públicamente el funcionamiento interno de Hollywood y el modelo creativo de Marvel.

El impacto de sus palabras se sintió de inmediato y despertó un gran interés por saber exactamente qué expresó. El episodio se convirtió en tema central de conversación en redes, ya que DeMayo rompió con la regla no escrita de no hacer públicos los conflictos internos de la industria. Queda flotando la duda sobre cuáles fueron las revelaciones que lo llevaron a desafiar a la maquinaria de Hollywood y por qué su mensaje generó semejante sacudón.

Qué dijo el creador de la mejor serie de Marvel sobre la industria de Hollywood

El creador de la reconocida serie de Marvel X-Men ’97, Beau DeMayo, se convirtió en el centro de una fuerte polémica tras su despido inesperado de Marvel Studios, lo que desencadenó una oleada de críticas directas dirigidas tanto a la compañía como al funcionamiento general de Hollywood.

Sus mensajes en redes sociales dejaron ver una mirada cruda y poco frecuente sobre cómo operan los grandes estudios detrás de escena, lejos del brillo y la espectacularidad de los estrenos. Su intención fue exponer dinámicas que, según él, deterioran el proceso creativo y maltratan a quienes aportan ideas frescas a los proyectos.

Una de sus acusaciones más contundentes apuntó al modelo de producción de Marvel, al que describió como un entorno donde las ideas se desgastan lentamente dentro de un mecanismo rígido de trabajo. Según DeMayo, este sistema prioriza la producción masiva por sobre la calidad y termina afectando la vitalidad del material original de los cómics. Afirmó que el estudio promueve decisiones que desvalorizan la esencia de las historias y que existe una tendencia a descartar enfoques creativos que no encajan con el engranaje dominante.

Beau DeMayo
Acusó a los estudios de desgastar ideas, priorizar cantidad sobre calidad y limitar la creatividad de guionistas y directores.

Acusó a los estudios de desgastar ideas, priorizar cantidad sobre calidad y limitar la creatividad de guionistas y directores.

El showrunner también criticó la actitud de los ejecutivos, a quienes señaló por mantener una postura de superioridad que dificulta el desarrollo artístico. Sostuvo que el liderazgo tiende a centralizar el reconocimiento en figuras específicas, lo que reduce el margen de acción de guionistas y directores. Desde su perspectiva, esa estructura fomenta un ambiente donde las ideas individuales se vuelven prescindibles y donde quienes intentan aportar miradas diferentes terminan relegados o descartados.

Otro punto sensible en sus declaraciones estuvo vinculado con su salida del proyecto poco antes del estreno de la serie. DeMayo, que es un hombre negro y gay, aseguró que su despido no respondió a una conducta indebida, sino a un clima de hostilidad relacionado con su identidad y su apoyo público a la comunidad LGBTQ+. Expresó que su postura visible en redes sociales incomodó a determinados sectores dentro del estudio, al punto de convertirlo en una figura inconveniente para la corporación.

Beau DeMayo
Señaló un clima hostil en Marvel y afirmó que su despido estuvo relacionado con su identidad y su apoyo a la comunidad LGBTQ+.

Señaló un clima hostil en Marvel y afirmó que su despido estuvo relacionado con su identidad y su apoyo a la comunidad LGBTQ+.

El creador también cuestionó el trato que reciben los cómics y sus seguidores dentro del estudio. Indicó que, en ciertos proyectos, se desalienta el uso directo del material original y se evita que los guionistas propongan ideas inspiradas en las historietas. Relató que fue etiquetado como “demasiado fan”, lo que en su experiencia terminó generando rechazo entre quienes consideran que la fidelidad al espíritu de los cómics no es un valor prioritario. Esa postura, según él, deteriora la relación con el público que sostiene la franquicia.

Por último, DeMayo mencionó prácticas contractuales que, según su equipo legal, buscan limitar la posibilidad de que empleados o colaboradores expresen desacuerdos con la compañía. Señaló que algunos acuerdos incluyen cláusulas dudosas destinadas a restringir la comunicación pública sobre conflictos internos y denunció un uso sistemático de estos mecanismos para proteger la imagen corporativa. Afirmó que su experiencia refleja un patrón más amplio dentro de la industria, donde se intenta ocultar problemas estructurales mediante estrategias de silencio.

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