Todos hablarán este domingo de Río Negro y Neuquén porque allí se realizarán las primeras elecciones generales del año. En ambas provincias, al igual que en Mendoza, queda a la vista la fragmentación de Juntos por el Cambio y las bajas expectativas del Frente de Todos de competir con candidatos propios. Se trata de escenarios que no pueden ser nacionalizados de modo simple, pero que dan pautas de la crisis de liderazgo que vive la política argentina.
Río Negro: Weretilneck consiguió el apoyo de la Cámpora y la UCR
En Río Negro, el kirchnerismo, a través de Martín Doñate, cerró un acuerdo con Alberto Weretilneck. Es un acuerdo cerrado en la provincia, pero forjado en las oficinas del Senado, en los entendimientos que se alcanzan allí, pero también en el entendimiento de que el campo popular debe construir el consenso necesario para ganar.
Si no hay candidatos puros con expectativas reales de conseguir el poder, las alianzas tienen que tender a eso. La línea -si no es una orden directa es tácita- está marcada por la propia presidenta de la Cámara alta. De hecho, la propia Cristina Kirchner hizo su último discurso en público en Viedma y tanto Máximo Kirchner como Wado de Pedro han visitado la provincia y honrado el acuerdo con el ex gobernador que busca volver personalmente al poder.
Casi todo el peronismo se alinea detrás de Weretilneck con excepción de una línea que surge de la familia Soria y que hasta hace unos días se suponía que apoyaba la candidatura de Silvia Horne. La foto que la intendenta de General Roca, María Emilia Soria, se sacó junto al candidato del PRO, Aníbal Tortoriello, no sólo dejan huérfana la aspiración de Horne sino que también echa dudas sobre las intenciones de los Soria, que se muestran cercanos al kirchnerismo a nivel nacional pero en la provincia sugieren una alianza que fustiga cada vez que puede a la vicepresidenta y a sus dirigentes locales.
Río Negro fue noticia hace meses porque marcó uno de los primeros quiebres en Juntos por el Cambio. La parte más representativa del radicalismo cerró con Weretilneck rompiendo Cambia Río Negro (la sigla local que representa a Juntos por el Cambio) y logrando algo que parece insólito: la Cámpora y el radicalismo van unidos a una elección. Se espera que Weretilneck se imponga por más del 50 % de los votos.
El Movimiento Popular Neuquino busca mantener la hegemonía
En Neuquén se da un esquema similar con algunas diferencias. Por un lado se rompió la alianza opositora en un distrito donde el favorito también es un partido local, el hegemónico Movimiento Popular Neuquino. Por otro, el peronismo presenta un candidato, Ramón Rioseco, que -a pesar de tener un 17 % de intención de voto- no parece que pueda crecer hasta alcanzar al oficialista Marcos Koopman, actual vicegobernador y hombre cercano al Caudillo Jorge Sapag.
Como decíamos, en Neuquén también se rompió Juntos por el Cambio y el PRO decidió apoyar a otro ex vicegobernador del MPN, el diputado Rolando Figueroa. Figueroa logró el respaldo de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta. Algo que en esta coyuntura nacional de Juntos por el Cambio parece un logro muy significativo.
En medio de un escándalo idéntico pero con actores opuestos a los de Río Negro, fueron los radicales y la Coalición Cívica los que denunciaron traición y afán rupturista. Irán con Pablo Cervi a la cabeza, pero con pocas expectativas de llegar al podio que, las encuestas auguran para Koopman, Figueroa y Rioseco. La pregunta aquí es por cuánto ganará Koopman. Si lo hace por poco, algunos vislumbran que podría comenzar el fin de la hegemonía de la MPN.
Marcos Koopman, candidato a gobernador de Neuquén
Instagram @marcoskoopm
Mendoza: Juntos por el Cambio se partió y De Marchi coquetea con Milei
En Mendoza, que tiene elecciones provinciales recién en septiembre, se vio otro momento de fractura de Juntos, en una provincia que en este caso gobiernan. El dirigente del PRO local, Omar de Marchi, no logró ser convencido por Rodríguez Larreta ni ser amedrentado por una amenazante Patricia Bullrich. No participará de las PASO de Cambia Mendoza enfrentando a Alfredo Cornejo sino que irá en un frente diferenciado compitiendo directamente como candidato a gobernador.
La novedad de la semana es que De Marchi incluyó en su frente a los libertarios provinciales. Aunque por ahora lo niegan, la posibilidad de un cierre con Javier Milei está latente. Por eso, el alcalde porteño viajó este viernes al lanzamiento de Cambia Mendoza y posó junto al gobernador Rodolfo Suárez y Alfredo Cornejo reafirmando hasta la sobreactuación su vocación de sostener la unidad. En la provincia cuyana tampoco el peronismo tienen chances de recuperar el poder, en un proceso profundo de recuperación de la militancia.
Aunque, como decíamos, las implicaciones nacionales de estos escenarios no son directas y no sería lícita una traslación directa, algunos aspectos de los resultados se nacionalizarán.
En Río Negro, una candidata a legisladora por un espacio kirchnerista afirmó, luego de la visita del ministro de Wado de Pedro que “para que Cristina sea candidata, tenemos que construir el triunfo aquí.” Cómo se logra capear derrotas que pueden ser profundas para Juntos por el Cambio, en medio de rupturas traumáticas en las dos provincias del sur también será otro elemento a tener en cuenta. Y, quizás parezca menor, pero ver qué suerte tienen los candidatos locales que apoye Milei también será un dato acerca de la incidencia nacional del libertario.
Larreta, Cornejo, Rodolfo Suárez Juntos por el Cambio Mendoza