El ministro Gerardo Werthein presentó su renuncia y aceleró los movimientos que desde Casa Rosada ya tenían previsto implementar después de las elecciones legislativas. El canciller presentó su dimisión este miércoles al presidente Javier Milei, apenas cuatro días antes de las elecciones legislativas, en medio de una crisis política que dejó expuestas las diferencias entre el Palacio San Martín y el entorno del asesor presidencial Santiago Caputo.
Aunque Milei había anticipado que los cambios se harían recién después de los comicios, Werthein decidió adelantarse. En su entorno aseguran que se sentía desplazado y sin respaldo. La relación se resintió tras la fallida reunión con Donald Trump en Washington, donde el expresidente estadounidense habría condicionado su apoyo financiero a un triunfo del oficialismo.
Desde su llegada al ministerio, Werthein intentó profundizar el alineamiento con Estados Unidos e Israel, en línea con la política exterior impulsada por Milei. Pero las diferencias con el círculo de Caputo lo dejaron cada vez más aislado. Su salida deja vacante un cargo clave en el frente internacional, justo cuando el Gobierno busca recomponer la confianza externa.
Con la renuncia ya confirmada, comenzaron a circular los posibles reemplazos. El primero en la lista es Guillermo Francos, actual jefe de Gabinete, quien podría asumir la Cancillería en el marco de un recambio más amplio tras las elecciones. También suena Alec Oxenford, embajador en Washington y con buena llegada al entorno de Caputo.
Otros nombres en consideración son Fulvio Pompeo, con experiencia en relaciones exteriores durante el gobierno de Mauricio Macri, y Federico Pinedo, actual representante argentino ante el G20. En los pasillos oficiales también mencionan a Nahuel Sotelo, dirigente cercano al asesor presidencial, y a Fernando Iglesias, que podría ser la sorpresa del nuevo armado. También suena Daniel Scioli, que hoy está al frente de la secretaria de Turismo, Ambiente y Deportes.
La definición, dicen en la Rosada, quedará en manos del propio Milei, pero con la influencia decisiva de Santiago Caputo, en la actualidad el hombre más escuchado en las decisiones del Gobierno.