El diputado de La Libertad Avanza Bertie Benegas Lynch justificó el ajuste sobre la educación pública afirmando que en la Universidad de Buenos Aires (UBA) funcionaban prostíbulos en los subsuelos.
"Se resisten a la cuestión de la auditoría cuando la UBA tenía prostíbulos en el subsuelo a la noche", afirmó el diputado libertario en una entrevista radial.
El diputado de La Libertad Avanza Bertie Benegas Lynch justificó el ajuste sobre la educación pública afirmando que en la Universidad de Buenos Aires (UBA) funcionaban prostíbulos en los subsuelos.
Durante una entrevista radial, el economista defendió la gestión económica del gobierno de Javier Milei señalando que no hay soluciones mágicas como "apretar un botón y somos Suiza" sino que se trata de "un proceso de transición y de ordenamiento de los recursos del Estado para asignarlos donde debe destinarse".
Así, volvió con el relato de la gestión libertaria de que las universidades nacionales "no se dejan auditar", versión desmentida por los rectores de la mayoría de las casas de estudio que reclaman por un aumento presupuestario.
"Fíjate lo que pasó en las universidades. Se resisten a la cuestión de la auditoría cuando la UBA tenía prostíbulos en el subsuelo a la noche", manifestó el legislador en Radio Con Vos basándose en un hecho aislado ocurrido en la Facultad de Derecho en el año 2017.
Cuando le consultaron de dónde había sacado esa información, la respuesta de Benegas Lynch fue "Googlealo. No lo digo yo. Salió hace muchos años. Lo subo en Twitter y te arrobo".
Lo cierto es que la comunicad educativa sigue reclamando al Gobierno un aumento de las partidas necesarias para el normal funcionamiento de las universidades educativas.
De hecho, diputados opositores pidieron una sesión especial para los primeros días de julio para tratar un proyecto que apunta a garantizar el financiamiento de las universidades, iniciativa presentada por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que nuclea a todos los rectores del país.
Entre otros puntos, el proyecto establece un ajuste salarial vía paritaria que acompañe la inflación del Indec y propone que el presupuesto destinado a la educación universitaria “se incrementará progresivamente hasta alcanzar, en el año 2031, como mínimo, una participación del 1,5% del Producto Bruto Interno (PBI) presupuestado en cada año”; comenzando con el 1% del PBI en 2026.