La Fundación Pensar, del PRO, publicó un informe titulado "Juego de gemelas: el presupuesto nacional como puente entre el Gobierno y el Congreso" en el que advirtió que la administración presidencial convirtió al veto en una herramienta cotidiana y defensiva, una suerte de atajo que expone el "fracaso del diálogo entre estos dos poderes del Estado" y la imposibilidad de la gestión libertaria de construir apoyos legislativos para evitar el avance de leyes que estén a contramano de su proyecto.
El documento es contundente en el diagnóstico: detrás de cada veto queda un sector social que se siente perjudicado. “Jubilados, discapacitados, estudiantes universitarios, médicos del Garrahan, inundados de Bahía Blanca, gobernadores o el beneficiario de turno. detrás de cada veto hay un sector que sintió que tenía un derecho que el Congreso le reconoció y el gobierno le niega”, apunta Pensar. Para la Fundación, esta dinámica erosiona apoyos y hace explícita “la falta de acuerdo de un rumbo común como país”.
Pero la crítica más directa golpea en otro frente: la ausencia de un presupuesto. “Hoy no hay dudas que el gobierno está afrontando las consecuencias de haber evitado la sanción de un presupuesto que ordenara las prioridades del gasto”, sentencia el informe, y subraya que sin esa ley es imposible exigir al Congreso el cumplimiento de la Ley de Administración Financiera.
El texto insiste en que “no hay soluciones mágicas, ni fórmulas sencillas para evitar al Congreso en un sistema republicano con división de poderes”, y por eso reclama que septiembre sea el mes para encauzar el debate con el envío del Presupuesto 2026. “El presupuesto nacional es ni más ni menos que la principal institución que regula el acuerdo entre el Congreso y el Poder Ejecutivo sobre las prioridades del gasto”, enfatizó Pensar.
En la conclusión, la Fundación remarca que aún con la actual composición del Congreso “hay una mayoría legislativa posible para sostener el equilibrio fiscal”, pero que requiere ser reconstruida “tal como sucedió con la Ley Bases, en un debate serio y profundo”. Y
cierra con una definición política de fondo: “Un Presupuesto sin déficit fiscal será una señal de enorme fortaleza para cualquier programa económico. Si queremos que el cambio genere confianza y la confianza el desarrollo de nuestro país que todos anhelamos”.
Informe completo
Pensar Argentina - Agosto 25