La negociación para lograr un acuerdo de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se encuentra cada vez más avanzada. Pero no hay que apresurarse a lograr un entendimiento que implique a futuro un ajuste sobre las jubilaciones y la política de ayuda social. Hay que tener en claro que quienes proponen un "acuerdo en 5 minutos" con el organismo no informan lo que ello conllevaría para todos los ciudadanos.
La discusión está estancada en torno al déficit fiscal, ya que el Fondo sugiere reducirlo en 1 punto porcentual del PBI. ¿Qué significa? Que habría que recortar partidas de gastos por un equivalente a:
- 15% de las jubilaciones.
- 70% del total del salario familiar de un año.
- 50% más que el total del presupuesto de Salud.
- 5 veces los planes de empleo.
Curioso: en 2021 el FMI emitió dinero (en DEG o Derechos Especiales de Giro) para que los países pudieron enfrentar las consecuencias de la pandemia, mientras que a la Argentina les pidió que los usara para pagar deuda.
Cuando se mete la mano en los bolsillos de los sectores populares cae el consumo y por ende se frena el crecimiento económico, un crecimiento que en nuestro caso está indisolublemente asociado a la disponibilidad de dólares en el país. Por eso, el acuerdo con el Fondo no puede implicar un ajuste que impida la expansión económica.