La crisis que desde hace dos años vivimos a nivel global claramente no se resuelve con una vacuna. No estoy hablando del virus sino lo que quedó expuesto con la pandemia.
No estábamos preparados para lo que nos paralizó literalmente hace dos años y en la actualidad continúa generando réplicas de aquel gigantesco terremoto.
El mundo que se promocionaba para millones de personas donde todo se resolvía al instante quedó desmantelado. A la vista está después de tantas promesas y pronósticos que el desafío sigue latente y pone en jaque a los países más ricos y avanzados del mundo.
No se trata evidentemente de recursos sino qué se hace con ellos. Esta crisis puntual nos demostró que la mentalidad que ve al "otro" como un enemigo o ajeno a su realidad es un camino que termina en una calle sin salida.
Quienes primero pensaron que con más dinero podían quedarse con los barbijos que ya habían comprado otras naciones y luego se sintieron seguros por tener acaparadas millones de dosis de vacunas que no necesitaban ven por estos días como quienes no se vacunaron ponen en jaque toda su estrategia.
Es claro: Si no nos vacunamos todos, no se vacuna nadie, dijeron tardíamente desde la OMS . También pudimos comprobar que la mutación corre mucho más rápido que la vacunación, por ende lo que le sucede al que está "allá, lejos" y que parece distante y fuera de mi realidad, está mucho más cerca.
Este virus dejó a la vista la estupidez humana que se movilizó bajo la idea del "sálvese quien pueda" . Esta nueva realidad, estos nuevos desafíos del mundo que viene nos ponen ante un nuevo paradigma que requiere comportamientos diferentes.
Por estos días una nueva cepa con un nombre que todos internalizamos como el nombre de un ser cercano es noticia y genera temor a nivel mundial, los casos de contagios se disparan en aquellas naciones que vivieron su veranito y son para otras, la imagen del futuro, de lo que les podría suceder en poco tiempo.
Cepas nuevas, resultado del fracaso colectivo, del individualismo y del no entender que el otro, es uno.