Luego de que cientos de beepers estallaran el martes de manera masiva y simultánea en Líbano, con el saldo trágico de 12 muertos y 2.800 heridos, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) resolvió reunirse de urgencia este viernes.
La reunión fue solicitada a raíz de las distintas detonaciones masivas que se dieron en el Líbano y Siria. Los hechos dejaron un saldo de 9 muertos y más de 3.000 heridos.
Luego de que cientos de beepers estallaran el martes de manera masiva y simultánea en Líbano, con el saldo trágico de 12 muertos y 2.800 heridos, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) resolvió reunirse de urgencia este viernes.
En redes sociales se compartieron varias imágenes y videos, donde se puede observar el momento de las explosiones a supuestos miembros del Hezbolá. En una de ellas se ve cómo el dispositivo explota en la cintura de un hombre que está en un supermercado.
Durante la jornada del martes, miles de localizadores explotaron de forma simultánea en Siria y el Líbano. El grupo paramilitar apuntó a Israel como principal autor de lo ocurrido. Además, emitió un comunicado donde remarcó que continuarán apoyando a la "resistencia de Gaza y su pueblo" y defendiendo "el Líbano, su pueblo y su soberanía".
También calificó el ataque como una "masacre" que tendrá un "duro castigo" y "una rendición de cuentas específica". "Lo que ocurrió ayer nos llenará de voluntad e insistencia en seguir el camino de la resistencia y lucha y confiamos totalmente en la promesa divina con la victoria de los fieles combatientes pacientes", añadieron.
Eso no es todo, el Gobierno libanés también acusó a Israel: "Esta escalada israelí grave y deliberada coincide con amenazas israelíes de ampliar la guerra hacia el Líbano y con su postura intransigente que llama a más derramamiento de sangre, destrucción y sabotaje". Por consecuencia lo consideraron como una "agresión criminal que también tuvo como objetivo a civiles y que mató a varias personas".
"Lo ocurrido en Líbano es muy grave, no sólo por el número de víctimas sino por los indicios de que se activó por el riesgo de que se descubriera. Obviamente, la lógica de explotar estos artefactos es hacerlo como ataque preventivo antes de una operación militar importante", aseguró el Secretario General de la ONU Antonio Guterres.
El diario The New York Times aseguró que fueron fabricados en Taiwán y cargados con explosivos de fábrica por la inteligencia israelí.
A raíz del ataque, Hezbolá advirtió sobre una represalia contra Israel y sacó un comunicado donde informó que la masacre tendrá un "duro castigo" y "una rendición de cuentas específica".
Según la información brindada por The New York Times, citando a funcionarios estadounidenses bajo anonimato "y de otros países", los también conocidos como buscapersonas habían sido encargados al fabricante taiwanés Gold Apollo. A su vez, señalan que fueron manipulados por Israel antes de llegar a Líbano.
El medio estadounidense informó que se habían encargado unos 3.000 beepers a Gold Apollo, en su mayoría del modelo AR924.
Por su parte, una fuentes cercana a Hezbolá, que pidió no ser identificada, manifestó a AFP que los beepers "que explotaron corresponden a un cargamento recientemente importado (...) de 1.000 aparatos", que parecen haber sido "saboteados desde el origen".
"Para que Israel incrustara un detonador explosivo en el nuevo lote de buscapersonas, probablemente habría necesitado acceder a la cadena de suministro de estos dispositivos", consideró Elijah Magnier, analista militar y de seguridad radicado en Bruselas.
"La inteligencia israelí se ha infiltrado en el proceso de producción, añadiendo un componente explosivo y un mecanismo de activación a distancia en los bíperes sin levantar sospechas", agregó, al plantear la posibilidad de que el tercero que vendió los dispositivos podría haber sido un "frente de inteligencia" creado por Israel para este fin.