Los días pasan y la guerra se torna cada vez más sangrienta. Los civiles son los blancos de los ataques. Hospitales, casas y edificios residenciales. Ciudades como Mauripol , estratégicas por su cercanía al mar fueron arrasadas y de acuerdo a la Cruz Roja la situación es la más difícil de toda la guerra.
Sus residentes, quienes aún no pudieron escapar, no tienen desde hace días, calefacción, agua alimentos ni remedios. Mientras, los bombardeos se mantienen en esta y otras ciudades, y paralelamente continúan las reuniones entre ucranianos y rusos, sin avances.
La guerra se profundiza y a y cada vez más naciones se involucran en el conflicto militar.
Desde la ONU incluso no descartan un conflicto nuclear. Lo impredecible, como vengo compartiendo desde antes que se desate la guerra, parece dominar este tablero sangriento