Un viaje submarino con sabores de todo el mundo

En el corazón de Martínez, Siete Mares invita a vivir una experiencia sensorial que va mucho más allá de lo gastronómico. Una travesía al fondo del mar entre luces azules, sabores del mundo y detalles que sorprenden en cada rincón. Cocina fusión de mar, ambientación fantástica y noches temáticas para dejarse llevar.

Todo comenzó como una visión íntima, casi onírica, en la mente de Emiliano Simonini, quien años más tarde logró convertirla en realidad. Profesor de yoga, viajero incansable y amante del mar, Emiliano recorrió América, Europa, algunos países de Asia -entre ellos, India-, donde profundizó su conexión espiritual con el mundo. De esas travesías no sólo volvió con postales y aprendizajes, sino con el deseo de crear un lugar que encapsulara todo lo vivido: la belleza de lo distinto, el movimiento constante, la búsqueda del equilibrio. Así nació Siete Mares, un restaurante que no se limita a ofrecer comida, sino que propone una verdadera inmersión en un universo marino lleno de estímulos.

El proyecto, que hoy también tiene sedes en Punta Chica y hasta en Bariloche, fue ideado como un sitio para despertar los sentidos, fusionando arte, cocina y emoción. Junto a sus socios, Emiliano logró materializar su sueño con una mirada integral: desde el diseño del ambiente hasta cada plato que se sirve.

Atravesar la entrada de Siete Mares es como cruzar el umbral hacia otro planeta. La puerta simula una escotilla de submarino, y al abrirla, uno se sumerge —literalmente— en un mundo acuático. El interior está iluminado por luces LED azules que envuelven el salón en una atmósfera serena, casi onírica. Del techo cuelgan lámparas en forma de peces y medusas, mientras que los espejos redondeados, que parecen burbujas, y las mesas para dos refuerzan la sensación de intimidad y diseño. Las paredes están decoradas con murales submarinos, y el espacio está lleno de peceras que hipnotizan. Incluso el vino tiene su historia subacuática: en la cava se exhibe una botella de la bodega Wapisa, que pasó meses sumergida en el fondo del mar para adquirir una maduración particular. Los baños siguen fielmente la estética general, con imágenes marítimas y una bacha con forma de cola de sirena. En uno de los laterales, un gran barco construido artesanalmente señala la entrada a los sanitarios, y una escalera conduce a la terraza, ambientada como una playa tropical con arena y vegetación. Cada rincón fue pensado para reforzar esa sensación de escapada, de estar en otro lugar.

Que se puede probar en Siete Mares

En la cocina, el encargado de llevar adelante esta experiencia es el chef Diego Centeno, quien desarrolla una carta fusión bajo el concepto AUDAS (nombre que surge de las iniciales de los sabores amargo, umami, dulce, ácido, salado), una guía que estructura el recorrido del paladar.

Entre las entradas se destaca el halloumi del bosque, con queso de cabra y oveja grillado, acompañado por champiñones y tomates confitados. En los principales conviven influencias del sudeste asiático y Sudamérica: tiraditos de pesca blanca con chutney de peras y praliné de frutos secos;cevichesintensos de salmón y pesca blanca; pad thai con langostinos; risottos como el de calabaza y cebolla confitada al fuego, y woks con arroz yamaní y vegetales.

El sushi tiene una propuesta especial: siete rolls de autor inspirados en los siete mares y sus culturas gastronómicas. El Índico, por ejemplo, combina gambas en panko, palta y queso philadelphia con cobertura de salmón ahumado, alioli de maracuyá y praliné de frutos secos. También hay opciones veggies, como el roll Radish, con falafel, palta y chutney de rabanito.

Para el final, el menú exhibe postres como Tierras de chocolate —con diferentes texturas—, cheesecake invertido con frutas de estación o la espuma de limón con chocolate blanco. La coctelería, a cargo del bartender de la casa Alejandro, presenta creaciones originales como el Mamacocha (whiskey, pomelo, syrup y humo líquido) o el Yemanjá GG (Jägermeister, vermut rosso, vodka citrus y tónica). Los vinos, seleccionados de bodegas argentinas, completan una carta pensada para sorprender.

Los miércoles, el restaurante se transforma. Son los llamados Miércoles de Experiencias, noches especiales para grupos reducidos de hasta 20 personas (o 16 en invierno), donde se realizan masterclassesde sushi dictadas por el Itamae de la casa, quien enseña paso a paso la preparación de rolls, ceviches y niguiris. Mientras se cocina, también se aprende sobre ingredientes, técnicas y secretos de la gastronomía japonesa.

Cada evento incluye un menú de cuatro pasos, siempre diferente y adaptado a la temporada. Algunas fechas están dedicadas a temáticas puntuales, como Micelio In, una cena basada íntegramente en hongos —desde el risotto hasta el postre de melena de león—. En otras, las experiencias se complementan con catas dirigidas por sommeliers de bodegas invitadas. También hay encuentros con buzos, quienes comparten relatos de inmersión, reforzando la idea de que en Siete Mares todo está pensado para zambullirse en lo profundo, tanto del mar como de los sentidos.

Dónde queda Siete Mares

Siete Mares está ubicado enAv. Del Libertador 13017, Martínez; Av. Del Libertador 3501, Punta Chica, Victoria; Av. San Martín 657, Km 0. Bariloche.

Más información en Instagram: : @sietemares.in

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