El agua tónica es una bebida gasificada y endulzada que tiene un sabor característico gracias a la quinina, un alcaloide poderoso en su composición extraído de la corteza del árbol de Quina y que fue descubierto como cura para la malaria en el siglo XVII.
Los primeros en consumirla como medicina fueron los sudamericanos, aunque rápidamente la receta emigró a Europa. En tiempos de régimen colonial británico, hubo un histórico brote de malaria en India y a partir de allí nació el Indian Tonic Water.
Ya en el siglo XVIII, los europeos empezaron a comercializarla por fuera de su uso comercial tras haber elaborado aguas gasificadas con dióxido de carbono.
En cuanto al gin tonic, una de las bebidas más populares, su origen está en la mezcla que realizaron los soldados británicos. Si bien ni la ginebra ni la tónica se creó en Gran Bretaña, no hay dudas de que se trata de un coctel bien inglés.