Un estudio científico ha revelado que comer despacio tiene múltiples ventajas para la salud, como por ejemplo contribuir a una mejor digestión. Por otra parte, tiene un impacto positivo en el gasto calórico del organismo.
Una investigación científica comprobó los beneficios de llevar a cabo esta práctica.
Un estudio científico ha revelado que comer despacio tiene múltiples ventajas para la salud, como por ejemplo contribuir a una mejor digestión. Por otra parte, tiene un impacto positivo en el gasto calórico del organismo.
Con esta investigación se demostró que una masticación prolongada aumenta el consumo de energía mientras se ingiere la comida, ayudando a controlar el peso corporal. Los investigadores lograron identificar el mecanismo detrás de este proceso.
De acuerdo con esto, el simple hecho de masticar más veces cada alimento tiene un efecto directo sobre el gasto energético, lo que puede hacer que las personas consuman menos cantidad de comida en general. Este proceso es llamado termogénesis inducida por la dieta, lo que implica que, al aumentar el esfuerzo de masticación, se incrementa la generación de calor corporal tras la comida, lo que ayuda a quemar calorías adicionales.
Los científicos detectaron que esta práctica también mejora la motilidad intestinal y favorece la circulación sanguínea en el área abdominal, efectos claves para un metabolismo más eficiente.
Al observar un incremento en la termogénesis y en la temperatura corporal tras morder bien los alimentos, los investigadores concluyeron que el simple hecho de masticar más veces contribuye a que el cuerpo consuma más energía después de comer.
Esto confirma la idea de que comer despacio es una estrategia eficaz para mejorar el metabolismo y, en consecuencia, ayudar a mantener el peso corporal, ofreciendo beneficios adicionales en términos de salud metabólica.
Según el estudio, este hábito podría desempeñar un rol importante en la prevención de problemas como la obesidad y el síndrome metabólico, gracias a la mayor cantidad de energía que el cuerpo emplea tras cada comida al masticar con calma y saborear los alimentos. Algunos de los principales efectos observados fueron: