Estos hábitos orientales te pueden hacer vivir más años: de dónde vienen y cuáles son

Japón reúne costumbres que influyen en el bienestar físico y emocional. Aplicarlos de forma constante pueden prolongar la vida

En distintos rincones del planeta existen comunidades donde las personas superan con facilidad los 90 e incluso los 100 años, manteniéndose activas y con buena calidad de vida. Japón es uno de los ejemplos más estudiados, no solo por la gran cantidad de quienes llegan a esa edad, sino también por la forma en la que mezclan longevidad con bienestar físico y emocional.

La ciencia viene analizando estas prácticas desde hace décadas y llegó a una conclusión que va más allá de la genética, ya que lo que define en gran medida cómo se transita el envejecimiento son los hábitos que se repite cada día. Universidades como Harvard y Stanford coinciden en que adoptar rutinas simples, sostenidas en el tiempo, puede retrasar el deterioro físico y mental, y prolongar la esperanza de vida de manera importante.

La cultura japonesa reúne varios de estos secretos en costumbres transmitidas de generación en generación. Desde la alimentación y el movimiento, hasta el contacto con la naturaleza o la vida social, cada una de estas prácticas aporta a mantener un equilibrio que se traduce en más años y mejor salud.

Longevidad oriental

Cuáles son los hábitos que benefician la longevidad y de dónde vienen

Uno de los pilares más reconocidos es el Ikigai, un concepto que remite a la búsqueda de propósito. Se trata de identificar una motivación diaria, un objetivo que brinde satisfacción y sentido a lo que se hace. Según Harvard Health Publishing, tener metas claras se asocia con una reducción del riesgo de muerte prematura y con una mayor predisposición a adoptar conductas saludables.

La alimentación también cumple un rol fundamental. Los japoneses aplican la filosofía Hara hachi bu, que consiste en comer despacio y detenerse antes de sentirse completamente saciados. A esto se suma una dieta basada en productos frescos, locales y ricos en nutrientes, donde predominan los vegetales, el pescado, los fermentados y el té verde, reconocido por sus propiedades antioxidantes.

Longevidad
Su propuesta invita a reconectar con el cuerpo a través de acciones simples que pueden incorporarse fácilmente en la rutina diaria, incluso en entornos urbanos exigentes.

Su propuesta invita a reconectar con el cuerpo a través de acciones simples que pueden incorporarse fácilmente en la rutina diaria, incluso en entornos urbanos exigentes.

Las relaciones sociales son otro punto clave. El concepto de Moai hace referencia a una red de apoyo formada por familiares y amigos, que refuerza el sentido de pertenencia y actúa como contención emocional. Esta práctica no implica grandes reuniones, sino vínculos de confianza que ayudan a reducir el estrés, mantener la motivación y estimular la actividad mental.

El movimiento diario es parte de la vida cotidiana. En Japón, la actividad física se integra desde la infancia en escuelas y espacios públicos a través de ejercicios de calistenia y flexibilidad. Caminar, practicar deportes o realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado al día ayuda a preservar la fuerza muscular, prevenir caídas y conservar la independencia a lo largo de los años.

Longevidad oriental

El contacto con la naturaleza también tiene un lugar central. El Shinrin-yoku, o “baño de bosque”, es una práctica que promueve pasar tiempo al aire libre rodeado de vegetación. Esto aporta a disminuir el estrés, mejorar la concentración y revitalizar la energía, además de los beneficios directos que llegan a la salud cardiovascular y al bienestar mental.

Por último, el descanso es esencial. En Japón es habitual levantarse temprano, lo que permite regular el ritmo circadiano y aprovechar mejor el día sin sobrecargas. Mantener un horario estable tanto para acostarse como para despertarse fortalece la calidad del sueño y ayuda a sostener la energía durante toda la jornada.

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