Los tomates rellenos son un clásico de la mesa argentina, sobre todo en los meses más cálidos, cuando apetece algo liviano pero sabroso. Se pueden preparar de mil maneras, desde los más tradicionales con arroz hasta versiones más elaboradas con carnes frías. Pero hay una variante que sorprende a todos los invitados: la que lleva un ingrediente inesperado que cambia todo el juego.
Ese toque secreto es el salmón ahumado, que aporta un contraste ideal con la suavidad del queso crema y la acidez natural del tomate. Lo mejor es que no hace falta ser chef ni pasar horas en la cocina: en apenas 20 minutos se puede armar una entrada que combina lo práctico con lo sofisticado.
Además, esta receta es versátil. Podés hacerla para una picada, como entrada en una comida formal o incluso como opción fresca para una cena liviana. El agregado de encurtidos y semillas de sésamo suma textura y sabor, mientras que la salsa de soja aporta ese golpe salado y oriental que rompe con la rutina. El resultado final es un bocado delicado, fresco y distinto, que no pasa desapercibido.