El brócoli es uno de los vegetales que suelen consumirse con frecuencia por la cantidad de aportes nutritivos que le brindan a los humanos y es importante conocer si está malo. Sin embargo, para evitar que se eche a perder, tenemos alternativas para conservar el brócoli y una de ellas es mediante el proceso de congelado.
Se trata de una hortaliza con alto contenido en vitaminas, ácido fólico y gran cantidad de fibra. Pero a ponerse en mal estado, pierde todos esos beneficios y puede generarnos daño y para evitarlo, explicaremos como darnos cuenta si el brócoli está apto para consumir o no y disfrutarlo de diferentes maneras en nuestros platos cotidianos de una dieta saludable.
Consejos para saber si el brócoli está malo
En primer lugar tenés que fijarte en el color del brócoli porque si cambió a un tono más amarillo es porque se echó a perder. Cuando su color es verde oscuro significa que está apto para consumir. Pero también podrás saber si está en mal estado o no en caso de que haya presencia de moho en alguna parte de la hortaliza, en caso de estar afectado, tiralo a la basura.
La textura es otro factor que puede indicarnos si está en mal estado porque si está blando y, al mismo tiempo, tenga una textura viscosa, significa que debemos tirarlo. Aunque, el olor también puede ayudarnos a conocer si está en buen estado o no: si desprende un olor más amargo, hay que desecharlo. Por otro lado, si el tallo se encuentra blando es porque ha empezado a ponerse en mal estado y debemos deshacernos de el y no consumirlo.
Para conseguir que el brócoli se mantenga fresco por más tiempo y poder aprovechar sus beneficios, se recomienda que no lo laves antes de guardarlo porque el exceso de humedad hará que aparezca el moho. Y es recomendable consumirlo no pasados los 3 días de haberlo comprado.