El mundo del fútbol mueve millones de dólares al año no solo en contratos, sino también gracias a los sponsors, los acuerdos publicitarios y los derechos de transmisión. Las grandes figuras tienen ingresos astronómicos y, se supone, el futuro asegurado.
Sin embargo, existen futbolistas millonarios que perdieron todo su dinero luego de retirarse de la actividad profesional. Las razones son diversas: desde deudas, embargos y gastos desmedidos en fiestas y alcohol hasta malas inversiones y negocios fallidos que los dejaron en bancarrota.
Si bien no todos estos jugadores amasaron fortunas del mismo tamaño durante su carrera, la mayoría alcanzó un buen pasar y podía enfrentar su retiro sin preocupaciones. Pero sin importar en qué época jugaron, de qué país son o cuánto dinero ganaron, ninguno de ellos quedó exento de los problemas económicos.
Iván Zamorano
Jugó en Colo Colo, Inter y Real Madrid y es considerado uno de los mejores delanteros de la historia de la Selección de Chile, donde formó una dupla letal junto a Marcelo Salas. Debutó en 1985, brilló en la década de los '90 y se retiró del fútbol profesional en 2003.
Iván Zamorano, Real Madrid
X @bambam9oficial
Después de colgar los botines, Zamorano se dedicó a las inversiones en el rubro inmobiliario. Todo cambió en 2011, cuando el dueño de un centro de salud que operaba dentro de uno de sus complejos lo demandó por u$s1,1 millones. A esa demanda se sumó otra por u$s3,3 millones en 2014, lo que lo obligó a vender propiedades y autos para pagar sus deudas.
Andreas Brehme
Este delantero alemán es recordado por ser el verdugo de la Selección argentina en Italia 1990, ya que convirtió el gol en la final que le permitió a su equipo quedarse con el título. A nivel clubes, jugó en Bayern Munich, Zaragoza e Inter, entre otros, hasta que se retiró en 1998.
Penal Andreas Brehme Mundial 1990.png
En 2014, el diario Deutsche Welle informó que Brehme se encontraba en bancarrota y no podía pagar la hipoteca de su casa, que ascendía a u$s400.000. Incluso Franz Beckenbauer, el entrenador de la Selección campeona del mundo en 1990, salió a pedir públicamente que lo ayudaran.
Adriano
"El Emperador" brilló en la Selección brasileña y en el Inter de Milán de la temporada 2004-2005. Sin embargo, el alcoholismo y las malas compañías destruyeron su carrera. Tras la muerte de su padre, sufrió una depresión que lo llevó a abandonar el fútbol profesional y lo hizo perder todo el dinero que había ganado.