Jugó en River, Boca, Racing, Real Madrid y el Atleti, pero terminó trabajando en un shopping

Emigró a Europa con solo 12 años y muchos lo señalaron como "el nuevo Messi". Sin embargo, las lesiones lo alejaron de las canchas y decidió dedicarse a una profesión totalmente diferente.

En enero de 2007, Martín Acevedo tenía apenas 12 años cuando su nombre se hizo conocido en todo el país: el Atlético de Madrid le hizo una oferta a sus padres para que dejara las divisiones formativas de Boca y siguiera su carrera en España. Muchos lo consideraron "el nuevo Messi", pero las lesiones lo alejaron del fútbol y terminó trabajando como empleado en un shopping.

Acevedo empezó su carrera en las inferiores de River, pero Boca lo vio jugar un amistoso, le ofreció pasarse al club de la Ribera y él no pudo decir que no. Toda su familia era hincha. Un año después, la historia se repetiría pero con el Aleti. El caso generó sensación en todo el país por la corta edad del delantero y, además, por la polémica que se generó en torno a la patria potestad.

"Estoy mal. El club trabaja para formar chicos. Los prepara, los contiene, les da afecto, soñando con que lleguen a jugar en Primera, pero se van mucho antes de debutar", lamentó el entonces presidente de Boca, Mauricio Macri. "A los papás, a su vez, los entiendo. Aparece un club grande, de un país serio, que quiere llevarse a su chico a jugar ahí y a cambio les ofrece trabajo a ellos... Es muy interesante para la familia", agregó.

Acevedo jugó en los dos clubes más importantes de Madrid, Atlético y Real, pero las lesiones y la falta de continuidad lo trajeron de vuelta a Argentina. Mientras jugaba para Racing, se rompió el ligamento cruzado y decidió adelantar su retiro. "Significó un antes y un después. Estaba con el pie enyesado y pensé que había más cosas aparte del fútbol y el horizonte se me amplió. Empecé a estudiar Derecho, hice el CBC en un año e inicié otro camino", contó a TyC Sports.

Martín Acevedo, exfutbolista

La historia de Martín Acevedo

Martín Acevedo llegó al Atlético de Madrid en 2007, con 12 años, y en su primera temporada se convirtió en el goleador del Infantil A. Dos años y medio después, cuando no le renovaron el contrato, no dudó en aceptar una oferta del Real Madrid. "No me importaba la plata ni nada. Hoy estoy feliz de esa experiencia porque creo que jugué en el mejor club del planeta", afirmó.

Sus primeros doce meses fueron buenos, pero durante el año y medio siguiente empezaron a acecharlo las lesiones. "Jugaba algunos partidos bien pero me costaba agarrar continuidad. Después pasé al Zaragoza, donde estuve dos años y también tuve varias lesiones, pero no eran todas musculares. No llegué a debutar oficialmente", recordó.

Lesionado y sin continuidad, Acevedo le dijo a su representante que quería volver a Argentina. "Me daba igual si había un club o no, solo quería estar en mi país. No me importaba si era para jugar o armarme un currículum para empezar a trabajar, estaba muy mal allá. Hasta que me llamó mi representante porque me querían en Racing. Para mí fue un golazo", sostuvo.

Sin embargo, jugando en la Reserva de la Academia sufrió la lesión más grave de su carrera: se rompió el ligamento cruzado de la rodilla. En ese momento decidió colgar los botines, empezó a estudiar Derecho y consiguió trabajo como empleado en un shopping.

"Si cambio algo de mi vida no sería quien soy hoy y no disfrutaría tanto el momento que estoy viviendo ahora. Tener todos los días a mi mamá, desayunar con ella, es algo que quizás no podría hacer si siguiera jugando al fútbol. Lo mismo con compartir un asado con mi viejo, jugar a la play con mis amigos o ir a comer algo con mi novia. Todas esas cosas que hoy disfruto es gracias al fútbol, porque a mí me tocó estar solo en España y sé lo que es no tenerlo", concluyó.

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