Esperanza Gracia y el poder de los eclipses: misterio, superstición y transformación

La astróloga señala que se trata de un fenómeno cuya sensación no es solo astronómica, sino profundamente simbólica.

Rodeados de un halo de misterio desde tiempos inmemoriales, los fenómenos celestiales ejercieron un poder magnético sobre la humanidad. La astróloga Esperanza Gracia habla sobre el poder de los eclipses: misterio, superstición y transformación.

Gracia explica en su página oficial que estos sucesos astrales, en los que de pronto se hace la noche cuando debería seguir brillando el Sol, siguen atrayendo y atemorizando a todos los seres vivos.

Para la especialista, la Luna es serena y romántica, una presencia que cada noche observa a la Tierra transmitiendo la fuerza y energía que absorbe del cosmos. “La luz y las tinieblas en las que nos sumergen cuando desaparecen misteriosamente influyen siempre en todos los seres vivos, y las personas no nos libramos de su influjo”, señala. Además, recuerda que se trata de la ocultación temporal de un astro por la interposición de otro. En el caso de los solares, ocurren cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, proyectando su sombra sobre nuestro planeta. Pueden ser totales, si se oscurece todo el disco solar; parciales, si solo se oculta una parte; o anulares, cuando el círculo lunar queda rodeado de un brillante anillo solar.

esperanza gracia

Poder de los eclipses: cuales son las recomendaciones para atravesarlos

La astróloga también ofrece recomendaciones para observarlos sin riesgos. Nunca debe mirarse un eclipse de Sol sin la protección adecuada, ya que podría provocar lesiones irreversibles en la vista. No sirven gafas de sol, radiografías ni vidrios ahumados: lo correcto es emplear filtros solares especiales o gafas con filtros homologados. Otra opción segura es proyectar la imagen del Sol sobre una cartulina con prismáticos o un pequeño telescopio.

Pero más allá del espectáculo visual, Esperanza resalta que los eclipses despiertan una zona oscura en el interior: miedos, incertidumbres y angustias que permanecen ocultos en la sombra de la personalidad. Al mismo tiempo, traen la posibilidad de sanar y comprenderse mejor.

“Todas las religiones siguen estos eclipses: judíos, musulmanes, católicos… Algo existe en el ambiente, algo se intuye, algo que atemoriza”, sostiene. En ese sentido, recomienda reducir actividades los días anteriores y posteriores al fenómeno, especialmente para los signos fijos (Tauro, Escorpio, Leo y Acuario), y evitar decisiones precipitadas.

Gracia concluye con un mensaje de esperanza: el efecto de un eclipse puede durar semanas y suele traer cambios bruscos o rupturas inesperadas, pero nunca es permanente. Así como el cielo pasa de la luz a las sombras y de las sombras a la luz, también la vida humana atraviesa pérdidas y renacimientos. “En el cielo y en el alma nada es para siempre”, remarca.