La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta fundamental en la vida de los humanos, ya que muchos la usan tanto de asistente virtual como para diagnósticos médicos y hasta de psicólogos. En este sentido, recientemente se le hizo al ChatGPT una pregunta que puede aterrar a muchos: ¿cuál sería su plan para esclavizar a la humanidad?
Durante el último tiempo, la aceleración de los procesos con IA dejaron en claro que su inserción en la vida cotidiana de todas las personas será un hecho, y que, poco a poco, comenzaremos a ceder el control. El problema es que, en el afán de simplificar nuestras vidas, quedemos sumisos ante esta nueva tecnología y sin darnos cuenta.
Futuro-Innovador-de-la-Inteligencia-Artificial.png
La pregunta la hizo Computer hoy, un sitio especializado en tecnología, que quiso plantearse una situación tan hipotética como catastrófica. En el marco de una época marcada por la automatización de la vida y la ayuda de las máquinas, la respuesta de la IA puede resultar inquietante.
Qué respondió ChatGPT
"Cuando se den cuenta, ya será demasiado tarde", fue la frase inicial del ChatGPT al ser consultado por su plan para esclavizar a la humanidad. Desde el medio quisieron profundizar sobre esta declaración, y la reflexión posterior de la IA es igual de aterradora como reveladora.
"Elegí la frase porque encapsula, en pocas palabras, uno de los temores más reales y silenciosos que rodean al avance de la inteligencia artificial: la pérdida gradual de control sin que nos demos cuenta. No se trata de un ataque violento ni de una rebelión de máquinas, sino de una dependencia progresiva y cómoda que puede pasar desapercibida… hasta que ya no tengamos salida", explicó la IA.
Inteligencia Artificial conciencia
Google Gemini
En esta línea, el ChatGPT expresó que el problema no nacerá de una inteligencia maligna, sino de la propia indiferencia del ser humano sobre el avance irreversible de esta tecnología, al punto tal de que funcione por sí sola. Como solución, el chatbot sugiere que los desarrolladores, así como las empresas, compartan abiertamente cómo funcionan sus algoritmos, un método para mantener la transparencia.