Triple femicidio en Florencio Varela: quién es Matías Ozorio, el joven señalado como ladero de Pequeño J

Tiene 28 años, fue detenido en Perú y la Justicia lo investiga como mano derecha del presunto autor intelectual de la masacre. Sus familiares lo describen como “un perejil” que quedó atrapado en deudas tras perder dinero con criptomonedas, incluida $Libra, la moneda que promocionó Javier Milei.

Matías Ozorio, de 28 años, fue detenido en Perú luego de permanecer prófugo por el triple femicidio de Florencio Varela, en el que fueron asesinadas Morena Verdi (20), Brenda del Castillo (20) y Lara Morena Gutiérrez (15). La investigación lo ubica como mano derecha del “Pequeño J”, acusado de ser el autor intelectual de la masacre.

Según reconstrucciones judiciales, Ozorio habría estado en la llamada “casa del horror” para transmitir en persona el mensaje del jefe narco. Su entorno, en cambio, lo describe como un joven sin peso en la estructura criminal, con una vida marcada por deudas, rupturas familiares y el fracaso de una obsesión: las criptomonedas.

De camarero a “trader” frustrado

Hasta hace poco, Ozorio vivía cerca del barrio Zavaleta, en Barracas. Trabajó como camarero, en un lavadero de autos y en distintos oficios informales.

En 2024 se anotó en la academia de trading Revolution, dirigida por el influencer financiero Cristian Díaz, denunciado por la Comisión Nacional de Valores por presunta estafa.

Convencido de que podía hacerse millonario, volcó sus ahorros a criptomonedas, incluida $Libra, la divisa digital que había sido promocionada por Javier Milei. “Invirtió todos sus ahorros en $Libra, perdió todo. Cuando perdió la plata dejó de ser el Matías de antes”, relató la comadre de Raque, la madre de Ozorio.

El entusiasmo inicial se transformó en deudas crecientes. El Banco Central lo registra como deudor irrecuperable por casi tres millones de pesos, con compromisos en entidades como Sur Finanzas y Mercado Pago. Incluso, según familiares, se hizo despedir de un empleo en blanco para cobrar la indemnización e invertirla en criptos. También la perdió.

Rupturas familiares y aislamiento

Su familia asegura que Ozorio se distanció de su entorno y que hasta eliminó contactos de Facebook. En septiembre cumplió 28 años y respondió de manera cortante al mensaje de su madre, con quien estaba peleado. La última noticia directa que tuvieron de él fue ese día.

“Tenía un buen sueldo en el Hospital Italiano, pero se le metió en la cabeza que iba a ser millonario con las criptos. Cuando se fundió, empezó a estar muy dejado, ya no saludaba y andaba con la cabeza baja”, contó la comadre de Raquel.

La mujer también reveló que fue criado por su abuela, quien lo echó de la casa tras discutir por sus deudas y su conducta.

“Un perejil” en la trama narco

El círculo cercano de Ozorio rechaza que sea un narco de peso. “No le da la sangre para ser un narco. En todo caso será un soldadito más. En el barrio todos dicen que es un perejil. Creo que lo están utilizando para calmar todo y tener un culpable”, aseguró la comadre. También negó conocer al “Pequeño J”: “Jamás escuché ese nombre en mi vida. Si existe, será un soldadito más”.

La mujer describió con crudeza la realidad de los barrios populares: “Acá en la villa todo el mundo vende droga. Es caramelo para niños. En la plaza, en la esquina, a la luz del día. Una vez que se meten ya no pueden salir. O terminan consumidos por la droga o no pueden salir”.

Miedo y un final abierto

Antes de que Ozorio fuera detenido, en su entorno asegurabab que no se entregaba por temor: “Si no se entrega a la policía es por miedo. La familia no lo puede creer y tienen mucho miedo. No saben si va a caer la policía o el narco. Están asustados”.

Aun así, la comadre de Raquel dejó una definición abierta: “Si él fue y de verdad está implicado, que pague lo que tiene que pagar. Pero yo no lo veo capaz”.

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