Revolver en la basura: comedores populares rescatan alimentos de los contenedores del Mercado Central

Desde el comedor "Color Esperanza" de Villa Caraza van todos los lunes a la madrugada a revisar la verdura que se tira y rescatar lo que todavía se puede consumir.

Cada noche, alrededor de 150 personas acuden al comedor "Color Esperanza" de Villa Caraza, en Lanús, en busca de un plato caliente de comida. Las políticas sociales del gobierno de Javier Milei que deberían ser implementadas por el Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, brillan por su ausencia. El alimento que los nutre proviene de la basura.

Para poder darles de comer, la gente de "Color Esperanza" va al Mercado Central todos los lunes a la madrugada. Allí revuelven cada uno de los contenedores con la verdura que se tira, para revisarla e intentar rescatar lo que todavía se puede consumir.

"Venimos los lunes a las 6 de la mañana. Lo que encontramos acá es lo mismo que vos te podés comprar en la verdulería. Si ves el estado en que está, es lo mismo. Si no viniéramos acá a buscar comida en los contenedores habría muchas familias que no podrían tener un plato de comida caliente", explica una de las cocineras del comedor, en diálogo con Minuto Uno por C5N.

"La situación está mucho más difícil que hace unos meses. La crisis está en todos lados y esto de no abastecer los comedores también. Desde Nación nosotros no recibimos nada, tuvimos auditoría, pero nunca recibimos nada. Igualmente la idea es que le llegue a la gente. No vimos a nadie que haya recibido. Si la gente recibiera los alimentos, quizás nosotros no tendríamos que buscar en la basura para poder solventar las ollas", agregó la mujer.

Otro hombre que revolvía entre la basura habló también con el periodista Hernán Nucera sobre lo importante que es para ellos poder rescatar comida en buen estado en los contenedores del Mercado Central: "A nosotros nos viene bien para la gente, para la comida, para el guiso. No pueden tirar esto, es una lástima, porque esto a la gente lo alimenta y los chicos se van con la panza llena a la casa".

"Tenemos que hacerlo por el hambre que hay. Este presidente nos está arruinando. Hay días que nos vamos con una bolsa sola. A veces ponemos entre todos los compañeros de nuestro bolsillo para comprar lo que falta", agregó el hombre.

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