Psicólogos influencers: cómo hablar sobre salud mental en redes y ganarle al algoritmo

Instagram y TikTok se basan en la inmediatez, pero hay profesionales que eligen esas plataformas para difundir reflexiones más profundas y contenidos educativos. Cómo trabajan y qué recomendaciones hacen a los usuarios.

¿Cuánto tiempo usaste el celular hoy? ¿Para qué lo usaste? ¿Cómo te sentiste después de usarlo? Estas son algunas de las preguntas que las psicólogas y psicólogos proponen para que empecemos a cuestionar nuestro uso de las redes sociales. Otros van un paso más allá: hacen estos planteos desde las propias plataformas.

El hashtag "psicología" tiene más de 10.000 millones de visualizaciones en TikTok. En Instagram supera los 20 millones de posteos y aparecen 5 millones más bajo la etiqueta de "salud mental". Son aplicaciones que siguen la lógica de lo viral y lo instantáneo pero donde también se busca una respuesta más profunda: ¿soy la única persona a la que le pasa esto?

Cómo ser psicólogo en redes sociales

"Es muy importante que si vamos a hacer contenido en salud mental o como profesionales tratemos de no dejarnos llevar por la propia lógica de esas redes. Es como una negociación", explicó a C5N el psicólogo Bruno Gabriel Silva, docente e investigador de la Universidad de Mar del Plata (@psi.brunogabrielsilva en redes).

"Tenés que hacer algo que sea visual, que no sea como un artículo para una revista que tiene 20 páginas, obviamente. Pero tampoco, al menos desde mi perspectiva ética, quiero hacer algo que sea enlatado y que solamente favorezca a la superficialización de las problemáticas", sostuvo.

Los contenidos educativos y de divulgación conviven con otros pensados íntegramente para la lógica de Instagram y TikTok: videos cortos, llamativos, estimulantes y muy visuales. Hablar sobre salud mental implica correrse de las demandas del algoritmo y de una cultura donde lo viral es sinónimo de éxito.

"Me parece muy importante acercar a las personas recomendaciones respaldadas por la ciencia para mejorar su calidad de vida. Por eso intento divulgar libros, artículos o actividades interesantes que sirvan para profundizar conceptos que a veces son difíciles de resumir en un posteo", explicó el médico psiquiatra Ángel Gargiulo (@dr.angelgargiulo).

"Lo importante de la divulgación es que haya coherencia entre la explicación compleja y la explicación sencilla. No pueden tener la misma profundidad, lógicamente, pero nunca deberían contradecirse", agregó.

Las redes sociales no son terapia

Un contenido de salud mental que aparece en nuestro feed puede llevarnos a parar de scrollear, tomarnos dos minutos y decir: "Esto es lo que me pasa a mí". La tentación de tener al profesional a un clic de distancia es grande, pero todos están de acuerdo en algo fundamental: las redes sociales no reemplazan la consulta.

"Pueden ser un espacio donde se hable de salud mental, se reflexione, aprendamos y nos hagamos preguntas, pero las redes no son terapia", afirmó la psicóloga clínica Adály López Sierra (@1minutodepsicologia en Instagram y TikTok).

"En terapia existe un consentimiento, una intervención clínica basada en evidencia, se revisa el caso individual y sistema de cada persona. El contexto importa. En terapia no existe una solución que aplique exactamente igual para todos y todas", destacó.

Para la psicóloga Valeria Cherman (@licvaleriacherman) detrás de cada consulta por mensaje privado existe una persona que está sufriendo y hay que ser cuidadosos con la respuesta. "Somos todos diferentes, con historias de vidas distintas. No todo lo que leemos tiene la misma implicancia ni se puede llevar a la práctica de la misma manera en cada uno de nosotros", explicó.

"La red puede entretener, puede dar información útil, pero cuando se está atravesando una situación angustiosa y no se encuentran las herramientas para salir adelante se necesita consultar a un profesional", concluyó.

Los mensajes privados, agregó Silva, pueden leerse "como un efecto de la desesperación que las personas tienen en su padecimiento. A veces también es una dificultad para el acceso a la salud, ya sea material o en cuanto a tomar el coraje de hacer una consulta. Ni los posteos, ni los vivos ni nada reemplaza una consulta terapéutica".

Consejos para un uso responsable de las redes sociales

Instagram y TikTok están diseñados para atraparnos. El algoritmo nos muestra contenido que puede resultarnos interesante o atractivo para que pasemos el mayor tiempo posible dentro de la aplicación y, por lo tanto, le generemos dinero. ¿Cómo podemos romper con el consumo automático de todo lo que las redes nos ofrecen?

"Tenemos que seguir profundizando en nuestra formación como lectores críticos de lo que sucede en el mundo digital. Uno tiene que tener muy claro para qué las usa, qué valor quiero aportar y qué valor me aportan las redes. El riesgo de perder el tiempo y volverse adicto a pavadas es altísimo", señaló Gargiulo.

"Podemos tratar de balancear el mundo virtual y no virtual: ser conscientes de cómo nos sentimos al estar navegando, si existe algún detonante, y priorizar nuestro tiempo fuera de redes sociales. Hay que escuchar nuestro cuerpo: si nos sentimos tensos o cansados, es momento de un break", añadió López Sierra.

Silva recomendó instalar una temporalidad propia en el uso de las redes, "porque si no es la temporalidad que nos proponen ellas y es desesperante. Las redes sociales también son posibilitadoras. Pueden servirnos para comunicarnos, para vincularnos, para recrearnos, para aprender o para distraernos también, pero tenemos que hacerlo conscientemente".

Los temas más charlados entre sus seguidores son también los que más aparecen en la consulta terapéutica: la depresión y la ansiedad. Son cuestiones profundas y las manifestaciones varían según cada persona. Abordarlas en las redes requiere responsabilidad con los seguidores pero también con uno mismo, para no dejarse llevar por la vorágine de clics que se exige a los creadores de contenidos.

"Si detecto que algo me está molestando, me hago la pregunta sobre las razones por las cuales inicié esta cuenta y me pregunto: ¿eso sigue ahí?", explicó López Sierra. "El día que eso ya no siga ahí, supongo que me tendré que dar un break o lo que sea que necesite en ese momento", concluyó.

"Uno siempre sabe que si hiciera algunos ajustes más acordes a la aplicación sería mucho más masivo. Ahí está la decisión política de cada quien", reflexionó Silva. "Si uno funciona sólo para Instagram, la salud mental como algo serio y profundizable no es posible. Las redes sociales no están preparadas para eso".

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