A partir del desplante del actor Alfredo Casero en el programa de Luis Majul en LaNación+ y la violencia que se acrecentó en las redes sociales en estos últimos tiempos, se reabrió el debate sobre los discursos del odio como una "estrategia política", sobre su causa y consecuencia.
En el programa Esto Recién Empieza en C5N, el psiquiatra Santiago Levin remarcó que "el discurso de odio es una estrategia política clara de quienes diseñan no solamente el algoritmo en las redes sino que diseñan candidatos".
En ese sentido, el médico caracterizó a figuras como el diputado libertario Javier Milei como "alguno que aparece gritando, diciendo improperios y que anda con chaleco antibalas" y que "después lo votan los chicos más chicos".
Levin se refirió a estos discursos del odio como una "estrategia política que se hace porque vende", a la vez que aseguró: "Es importante no sumarse políticamente a esta estrategia de odio sino volver a insistir en el discurso de la solidaridad, de la esperanza y de la construcción colectiva".
En cuanto a las redes sociales, especialmente Twitter, el objetivo de estos discursos de violencia es pensar en un algoritmo que trata de generar entretenimiento y polarizar porque eso genera rentabilidad. Así, si hay una sensación de odio o de placer se va a replicar más, que es lo que no sucede en la realidad, cuando uno habla frente a frente.