"La vara está en el subsuelo": la soltería y la dificultad para generar vínculos en la era de la hiperestimulación

Conseguir pareja, o simplemente gustarle a otra persona, siempre resultó un desafío. A pesar de la existencia de apps de citas, speedating y los métodos tradicionales como el encuentro cara a cara, cada vez son más las personas prefieren evitar el coqueteo para no frustrarse con lo que se encuentran del otro lado.

De la revolución sexual a los jóvenes sin sexo: en la época en la que los estímulos abundan, las redes se agitan con un fenómeno que se resume en que "la vara está en el subsuelo" debido a la dificultad que presentan las personas al momento de generar apenas el primer encuentro con un otro. De sexo ni hablemos.

En el Día del Soltero, C5N habló con especialistas para analizar este fenómeno que expone las dificultades para generar vínculos recíprocos en plena época de hiperestimulación. Porque las condiciones no faltan: quienes están solteros tienen al alcance redes sociales, aplicaciones de citas, eventos de speedating o mismo, para los de la vieja escuela, la posibilidad de salir a conocer gente cara a cara. Y sin embargo, siempre está esa amiga o amigo que reniega de las citas o directamente prefiere evitarlas para no "comerse el garrón".

"Cuando nace la palabra soltero, en un principio estaba vinculada con ser solitario o estar solos. Desde la antigüedad, significaba estar solo y aislado. Pero como un estado que duraba un tiempo, de pausa y espera porque después tenía que venir esto de tener pareja y casarte", contó la Licenciada en Psicología, Milagros Burgos Recci.

Y enseguida reflexionó que hoy atravesamos una etapa de cambio y de resignificación en el modo de ver las relaciones: "Por muchos años se sostuvo con el sistema monógamo, que determinaba cómo, cuándo, a quién y de qué manera desear... estamos bajo cierto guión. Y si bien era limitante, nos daba cierta previsibilidad. Hoy no tenemos idea qué viene después de qué. Si le escribo al día siguiente de la cita, si le digo lo que pienso... Y si estoy para algo más o me lo guardo porque más aplaca al deseo".

hombre preocupado con celular
Los hombres también se frustran al momento de conocer parejas.

Los hombres también se frustran al momento de conocer parejas.

En Argentina, de acuerdo con el Censo 2022, hay más población sola que en pareja: las cifras indican que, en ese entonces, había 15,6 millones de solteros contra 14,5 millones de casados, sin contar las personas viudas ni divorciadas.

Burgos Recci hizo una observación en cómo fueron mutando los vínculos a lo largo de la historia y contempló el adiós al "para siempre", el planteamiento de las relaciones abiertas y hasta cómo es que se dejó atrás a la pareja como el objetivo primordial a alcanzar en la vida.

"Está buenísimo que hoy no tengamos que depender de un otro para estar bien, pero no implica que esto se convierta en una cuestión evitativa de no vincularse porque no la quiero pasar mal. En el Congreso de sexualidad de este año se hizo énfasis en cómo crecieron los discursos de autosuficiencia, productividad y autonomía. Y está bien, podemos ser autónomos, pero somos seres humanos y necesitamos del otro, de los vínculos", puntualizó la psicóloga.

En paralelo, las redes sociales se inundan diariamente de usuarios que se quejan por el encuentro con un otro, que, por una cosa o por otra, termina resultando en un evento que solo produce frustración. Invitaciones de madrugada, ghosteo, falta de compromiso, pedidos excesivos y otras circunstancias, son solo algunas de las cuestiones que se hablan en las juntadas con amigos.

Persona con celular
Muchos de los encuentros se quedan en lo virtual y no se realizan.

Muchos de los encuentros se quedan en lo virtual y no se realizan.

"Hablé con un pibe. Me dijo: 'Traé vino, venite en Uber que después te doy y traete una picada'. ¿Querés que vaya c*gida también?"; "no quiso que me quedara a dormir y me dijo que me vaya en bondi a la mitad de la noche. Ni me acompañó a la parada", postean usuarias, mientras que otras blanquean chats con amigas en las que destacan en mayúsculas que el chico con el que se ven tiene un trabajo, como si fuera un rasgo hiper mega sobresaliente.

Otro de los fenómenos que comenzó a crecer es el de exponer absolutamente todo en redes, provocando así una pérdida de privacidad y de lo íntimo, que hace que el margen para elegir o "donde poner la vara", sea incluso menor. Así es que se puso de moda ver a mujeres y hombres publicando su lista de requisitos, sus "red flags" en las citas y hasta también posteando el precio que el hombre paga en la primera cita (que no es para nada barato) e invitando a opinar a sus seguidores si debe darle otra oportunidad o no.

mujer pensando
Muchas mujeres se quejan de lo que ofrecen sus proyectos de pareja al momento de la cita.

Muchas mujeres se quejan de lo que ofrecen sus proyectos de pareja al momento de la cita.

¿Uber sí o no? ¿Paga el hombre o vamos a medias? ¿Si hablo mucho soy intenso? ¿Y si mejor muestro desinterés? ¿Le respondo enseguida o dejo pasar un día? ¿Sexo en la primera cita? ¿Dormir juntos si no somos nada? Todos estos son interrogantes que, quien está en plan cita o en busca de una compañía, alguna vez se hizo. Suena abrumador para quien en la cabeza tiene solamente la intención de pasar un buen rato con un otro completamente extraño.

Para Milagros, todo esto ocurre porque "hay una falta de registro total en el otro. Como estamos tan metidos en nosotros, no somos capaces de ver lo que pasa en el otro. No nos estamos encontrando cara a cara, no ponemos el cuerpo, no hay empatía y, ante un panorama de imposición de condiciones, indefectiblemente el deseo baja".

Y las quejas no son solamente por parte de las mujeres, sino que los hombres también se cuestionan: "Se preguntan por qué hay que pasarla a buscar sí o sí, de tener que pagar todas las citas, de que hay que cumplir con un ideal de tener auto y el perfume más caro. Eso es re limitante porque la situación está muy difícil".

Quizás haya varios factores para analizar ante esta falta de ganas de vincularse: a nivel sexual, la sobreoferta del porno a partir del libre acceso a plataformas de la temática y que incluso están presentes en apps como Instagram juega un papel crucial. Es decir, que son de consumo masivo y que, de alguna u otra manera, puede satisfacer a las personas físicamente sin necesariamente tener que pasar a la parte del contacto o siquiera al ida y vuelta virtual teniendo en cuenta las dificultades que implican vincularse con un otro

Celular Dormir
El uso del celular atenta contra la formación de los vínculos.

El uso del celular atenta contra la formación de los vínculos.

A la misma vez se observa una clara tendencia a la mercantilización de los vínculos, puntualmente por lo que ofrecen las apps de citas, en donde la elección de una candidata o candidato se reduce base a una breve descripción y una serie de fotografías. Posteriormente, cuando llega el match, todo queda ahí: like de un lado, del otro, y a otra cosa. En la época de la sobreestimulación no hay interacción ni interés por conocer al otro.

"La lógica del consumo y de los vínculos ahora se habla en términos de mercado, recurriendo a palabras que antes se usaban para otra cosa. Por ejemplo, decir 'me sirve', 'que te sume y no te reste'... estamos en la época de lo hiperconectado, pero vincularse es otra cosa: mostrarle al otro lo que me pasa, desnudar mis vulnerabilidades", analizó Burgos Recci, a la vez que agregó: "Cuando el vínculo me empieza a movilizar ya me bajo porque siempre pensamos que hay algo mejor. El riesgo de no exponerse es eso, que se aplaque el deseo. La lógica de las apps colabora mucho en ese sentido, porque una piensa que si no me va bien con uno, vos sabés que hay otros más en la aplicación. Creo que en ese caso hay que tratar de romper las reglas, darse pausas y sobre todo no estar scrolleando y matcheando constantemente, como si estuviéramos en piloto automático".

Esa falta de interacción y ausencia de encuentros reales se traslada a las aplicaciones masivas, que no son exclusivas de citas. Es muy común escuchar a amigas y amigos volverse expertos en la "danza del apareamiento 2.0". Y con ello me refiero a transformarse en "analistas de likes" porque el chongo/chonga de turno le mira las historias, o le reacciona una foto en sus redes sociales.

Sobre ello, la sexóloga clínica opinó que "el encuentro nos cuesta. Hoy vivimos pendiente a cualquier señal a ver si podemos descifrar al otro. Agudizar la percepción nos vuelve más sensible a todo porque le damos al otro un poder enorme que nos deja estancado. Queremos ser queridos y aceptados por el otro sin siquiera conocernos".

Y en ese sentido, explicó que uno de los factores que inciden directamente con este cortocircuito al momento de vincularse tiene que ver con la pérdida de la seducción en tiempos de ansiedad y de la necesidad de lo inmediato.

"Hoy en día queremos y tenemos todo ya, por lo que creemos que todo tiene que ser así en la vida. La seducción necesita de tiempo, del no saber qué hace ni qué quiere el otro. Hay mucho miedo al rechazo, a no ser suficiente, a no perder el vínculo y también a que nos vuelva a pasar lo mismo si comparamos experiencias anteriores. Y como no sabemos comunicarnos, nos cerramos", profundizó.

Es por eso que, a pesar de verse en un escenario que pareciera ser favorable, esa danza digital de apareamiento nunca se traslada al plano de lo concreto. No se fomenta el diálogo ni tampoco se hace un salto hacia el encuentro porque no pareciera haber intenciones de hacerlo. ¿Es solo alimentar el ego propio? ¿La necesidad de gustar y de la aprobación ante la mirada ajena? ¿Qué hay detrás?

Así lo explica la Licenciada: "A pesar de estar hipervinculados, en realidad estamos más solos que nunca. Está bueno preguntarnos si estamos disponibles para un vínculo, porque hay gente que no está disponible, que desparece, que no responde y no hace cuidado ni presencia".

Y profundizó: "Entonces la invitación es estar atento a lo que quiero construir, si me quedo en este vínculo intermitente en el que yo pretendo poner el cuerpo o me voy... si insisto en esa gente que no puede ni quiere dar más. Ahí es fundamental la comunicación. La espera por un mensaje que nunca llega genera mucha ansiedad. Pongámonos activos y salgamos de la pasividad, animémonos a ponerle nombre a las cosas".

De c*ger ni hablamos: cada vez se tiene menos sexo

La pandemia golpeó fuerte en todo el mundo y configuró una nueva forma de vincularse, ya sea por nuevas formas de ver la vida o establecer nuevas prioridades. Y así como en la modernidad se postergan los proyectos de paternidad y la maternidad, en países de Europa, y Asia ya se registran descensos en la frecuencia de las relaciones íntimas.

De acuerdo con un estudio de Estados Unidos por el Instituto para Estudios Familiares (Institute for Family Studies), a partir de la NSFG (Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar), cada vez son más las personas que no logran generar los espacios para vincularse y, en consecuencia, tener sexo.

Latinoamérica, por el momento, se encuentra en una etapa en la que este descenso no es tan marcado, mientras Argentina no se queda atrás. Especialistas afirman que el estrés constante por la crisis económica, el exceso del celular y las plataformas como Netflix hacen que las personas dediquen menos tiempo a la intimidad y buscar encuentros con un otro.

Pareja distante
La gente cada vez tiene menos sexo.

La gente cada vez tiene menos sexo.

Si bien rigen nuevos paradigmas, estar soltero ya dejó de ser un estigma como ocurría años atrás, pero todavía representa un desafío para quienes están en búsqueda de una compañera o compañero. En medio de todo un escenario repleto de ansiedades, frustraciones y expectativas, la licenciada recomienda volver a las bases: "Invitala/o a salir".

"Personalmente recomiendo tener una actitud encaradora, salir a buscar eso que quiero. Pongamos el cuerpo y empecemos a ir a lugares en donde estemos con gente que comparte nuestros mismos intereses", dijo la psicóloga.

Por último, aconsejó "bajar la guardia para no estar tan pendiente de las red flags, no descartemos a la primera cosa que no nos gusta, animémonos a atravesar el conflicto porque ello nos va a permitir profundizar en esos vínculos. Salgamos de casa, de las pantallas, chateemos un ratito y ya".