Semana Santa es uno de los momentos del año en que más argentinos deciden salir de viaje. Ya sea por unos pocos días o por una semana entera, millones de personas dejan sus casas vacías durante el feriado largo. Y con eso, aparece una preocupación concreta: cómo proteger el hogar en ausencia.
De acuerdo con una investigación reciente de CIO Consultora para el Observatorio de Seguridad, el 70% de los argentinos manifiesta temor a sufrir un robo mientras está de vacaciones. Además, el 55% considera que su localidad es más insegura que hace un año, y casi el 40% planea contratar un servicio de alarmas para proteger su vivienda en este tipo de ocasiones.
La sensación de vulnerabilidad no es infundada: quienes viven en departamentos también reportan intentos de ingreso, principalmente a través de balcones, ventanas o terrazas. De hecho, el 10% de los consultados asegura haber vivido una situación de este tipo, y en la mayoría de los casos las viviendas contaban con rejas, lo que refuerza la necesidad de buscar soluciones más eficaces.
Aunque muchas personas siguen confiando en el cuidado entre vecinos, la tendencia muestra un avance sostenido hacia la tecnología. Las alarmas monitoreadas, los sensores de movimiento y los sistemas de videovigilancia se consolidan como herramientas fundamentales para disuadir intrusos y alertar ante situaciones sospechosas.
Carlos Beltrán Rubinos, director de Operaciones de Verisure, remarca que una de las principales recomendaciones es no compartir en redes sociales los planes de viaje. La publicación de fotos o la ubicación en tiempo real puede exponer fácilmente la ausencia del propietario y facilitar el accionar de los delincuentes. También sugiere generar la sensación de que la casa está habitada, por ejemplo, dejando luces encendidas o programadas con temporizadores, lo que ayuda a disuadir posibles robos.
Otra medida clave es verificar puertas y ventanas antes de salir. Pero más allá del cierre tradicional, cada vez más personas optan por instalar sensores magnéticos que emiten alertas ante cualquier intento de apertura. En esa línea, los sistemas de seguridad integrales ofrecen respuestas rápidas y disuasivas.
Los datos de la encuesta también muestran cómo la inseguridad cambió ciertos hábitos. El 82% de las personas elige con cuidado el horario de regreso a casa tras las vacaciones, buscando momentos del día con mayor movimiento. Además, el 91% de las familias educa activamente a sus hijos sobre prácticas de seguridad.
Para los especialistas, la clave está en adoptar una cultura de prevención que combine tecnología con pequeñas acciones cotidianas. “Proteger el hogar no es algo que deba hacerse solo cuando salimos de vacaciones, sino todo el año. Contar con un sistema de seguridad es clave, pero también lo es adoptar pequeños hábitos preventivos que hacen una gran diferencia”, concluye Beltrán Rubinos.