Nicolás Taboada es uno de los DJs nacionales más escuchados a nivel mundial. Con un estilo propio que pudo hacer la diferencia en medio de una industria altamente competitiva, hoy en día gira por Europa y por el interior de la Argentina llevando su marca a cada club. "Actualmente, el mercado es gigante, la competencia es mucha y la clave es tener un criterio identitario que te refleje a vos al 100%, que el público sepa cuando saca una entrada con qué música los podés llegar a sorprender", explica.
"Arranqué a escuchar música electrónica a los ocho años, desde lo que no sabía que pertenecía al mundo de la electrónica hasta lo que sí sabía. Por ejemplo: Pink Floyd, Depeche Mode, después Tiesto, David Guetta, Calvin Harris, Avicii. Empecé por el lado de la música trance. Tenía 10 años y jugaba en la compu con mis compañeros y me la subía poner eso, sin entender por qué. Cada vez quería más. Seguía en el secundario y quería ir a una fiesta de electrónica más allá de no ser mayor de edad"
Era el rarito, el freaky de la clase que escuchaba otra música que no era la cumbia. Era el rarito, el freaky de la clase que escuchaba otra música que no era la cumbia.
En ese momento era catalogado como "el rarito, el freaky de la clase que escuchaba otra música que no era la cumbia, ni Las Pastillas del Abuelo. Empecé a salir solo porque no tenía amigos que compartieran el mismo gusto. A partir de los 15 empecé a seguir a algunos DJs y a pensar que me quería dedicar a esto. No sabía ni cuánto me iba a llevar ni cómo hacerlo, solo que quería esto", detalló a C5N.
Consultado sobre por qué la música electrónica alcanzó máxima popularidad en los últimos tiempos, Nico comenta: "Se hizo mucho más masiva desde el fin de la pandemia. Aparecieron nuevos DJs, nuevas modas, y muchos trends en TikTok, reels de Instagram, que ayudaron a que la música no entre solo por los oídos, sino también por los ojos. La gente tiene ganas de acostumbrar su oído a otra cosa, hay personas que escuchan reggaetón y un día se cansan y se pasan a la electrónica. Como DJ estoy feliz de que haya cada vez más gente que se culturiza con el género, que no lo considera un mero lugar para ir a divertirse".
En la jerga juvenil, es común escuchar a los ravers decir que van a asistir a una 'jodita', haciendo alusión a los clásicos eventos, pero esa palabra no suele ser del agrado de los DJs. A Taboada le pasa exactamente lo mismo: "Me molesta un poco. Es un nombre que no me gusta y lo peor de todo es que a veces se te termina acostumbrando. Suele ser una palabra que utilizan los que empiezan a ir a las fiestas de electrónica, pero minimiza lo que significa el evento".
Hay personas que escuchan reggaetón y un día se cansan y se pasan a la electrónica. Hay personas que escuchan reggaetón y un día se cansan y se pasan a la electrónica.
"El mundo del reggaetón y el de la electrónica son completamente diferentes. Ya de por sí, en la electrónica hay algo para ver y prestar atención, una visual, un DJ, un espectáculo. En el cachengue el objetivo es compartir entre amigos, mirarse entre ellos y charlar. En el reggaetón ves gente cantando a los gritos y bailando, y en la electrónica hay otra disposición. Todos miran la cabina del Dj. En lo personal, siempre me gustó estar en la pista y contemplar el show, no tanto lo que pasa a mis costados. Ver qué música se toca, entender por qué el DJ eligió ese género, ver qué visual salió, por qué hay determinadas luces".
Uno de los hechos determinantes de su carrera fue haber colaborado junto a Adam Beyer, el DJ sueco que se encuentra en el top 5 a nivel mundial. Cuando le preguntamos cómo llegó a contactarse con él, Nico confiesa: "Fue una historia muy larga. Asistí a la Ultra Buenos Aires 2013 y lo escuché. Me llamó la atención porque tocaba techno, un género que a mí no me gustaba, me aburría, me parecía monótono y no le encontraba sentido. Era el género más oscuro, tenías que estar interiorizado para que no te pareciera cuadrado. Cuando escuché a Adam Beyer quedé flashado, estaba buenísimo. Me quedé las dos horas del set y me volvió loco la reacción del público cuando él tocaba. Mi objetivo a partir de ahí fue, tardara lo que tardara, llegarle a él".
Argentina está en un momento muy bueno en cuanto a la música electrónica. Argentina está en un momento muy bueno en cuanto a la música electrónica.
Desde entonces "fueron siete años de mandarle música sin parar. Hasta que uno de mis temas le gustó y lo pasó en distintas fiestas del mundo. Firmé en su sello discográfico y cuando vino a Buenos Aires nos conocimos. Me llamó a su camarín y yo estaba completamente asustado porque no sabía de qué iba a hablar. Finalmente, entré y fue un encuentro soñado".
Con todo su historial, Nicolás Taboada llegó a concretar el sueño de muchos: creó su propia fiesta. Se llama Circles y es un ciclo de raves que se realizarán en distintos puntos del país.
"Acabo de presentarla en Buenos Aires y ahora la voy a llevar a Santa Fe, Mendoza, Córdoba... En Argentina hay mucha influencia electrónica. He ido viendo una evolución constante en cada provincia que visité. Lugares que no tenía la más remota idea que iba a haber esa cantidad de gente escuchando electrónica. Me llevé una sorpresa yendo a lugares como Tucumán y Chaco que tienen fiestas increíbles, se conocen todos los temas. De hecho, en mi ciclo de fiestas se interesaron más las provincias que menos creí que les coparía. Argentina está en un momento muy bueno en cuanto a la música electrónica".